Estamos en la víspera de Halloween o Noche de las Brujas, fiesta de origen celta que simboliza el tránsito entre lo viejo y lo nuevo, entre la muerte y la vida. Samhain, significa, el final del verano, dando paso al comienzo del invierno. Con el Cristianismo, esta festividad pasó a ser el día Todos los Santos, en inglés, "All Hallow´s Eve”, de donde deriva la expresión actual Halloween.
En este día, la costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano. En la noche de Samhain los vivos y los muertos podían comunicarse. Las barreras que los separaban desaparecían en aquel momento mágico. Los espíritus de los antepasados podían aconsejar a los vivos sobre el futuro, pero no eran los únicos en aparecer ya que también podían presentarse los espíritus maléficos. Los druidas preparaban enormes hogueras y hacían conjuros, intentando ahuyentar a estos últimos.
Podíamos aprovechar estas fechas para hacer un ejercicio de instrospección, pensando en lo que queremos cambiar, en deseos que queremos que se cumplan. No deja de ser una noche mágica, cargada de tradiciones y rituales. Pensaré en cuál hacer este año. Empezaré por escribir una lista de deseos ...