sábado, 24 de diciembre de 2011

Felices Fiestas

Hola a todos

No, no se me ha pasado que hoy es Nochebuena y mañana Navidad. :D.

Quiero desearos a todos Felices Fiestas llenas de amor, comprensión, sabiduría, luz, guía, compañía, armonía, salud, bienestar, sueños cumplidos y todo aquello que anheléis. Y que todos deseos se vean cumplidos no sólo estos días sino el resto del año.

Feliz Fiestas y sed buenos ;).


Besotes,

María Eugenia


La foto está sacada de internet y desconozco quién es su autor.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Solsticio de invierno 2011 y visualización

La noche del 21 al 22 damos la bienvenida al solsticio de invierno. Con él, llega una nueva estación, que además de traer frío, es una estación en la que la vida parece bajar de ritmo, se hace más lenta.

Si observamos la naturaleza, ésta se queda bajo mínimos, dormitando, en letargo esperando la transformación y renovación que se producirá en primavera. 

Del mismo modo, el invierno, nos invita a reflexionar, a meditar y a mirar hacia dentro de nosotros mismos. Es un buen momento para parar a pensar en cómo queremos vivir la vida, cómo queremos ser y vivir, qué proyectos deseamos que salgan adelante y poner nuestra energía a trabajar en ellos. Siempre viene bien tomarse un descanso y reflexionar, adecuado para comenzar a sentar las bases de nuestra nueva vida. El solsticio de invierno tiene una energía vibratoria importante que puede ayudarnos a ver con mayor claridad, y no deja de ser un momento bonito para hacer un pequeño ritual, meditación, visualización o ritual.

Este año me apetece hacer esta visualización.

Visualización

Primero, voy a colocar una vela de color dorado en el centro de una mesa y junto a ella, colocaré un cuarzo blanco, una amatista y una turmalina negra. Si alguno quiere poner otras piedras que lo haga sin problemas e igual si decide hacerlo sin ellas o cambiar el color de la vela.

Segundo, encenderé una barrita de incienso. Me gustan los japoneses que se queman sobre una peana de porcelana. No tienen palito de madera. Seguramente será de sándalo, que me gusta mucho. Existe muchos aromas distintos y como siempre, cada uno que elija lo que prefiera.

Tercero, la intención que le voy a dar a esta visualización de la de meditar sobre mi camino en la vida. Me apetece, ser más consciente aún de lo que soy, de cuál es y saber ver las señales que se presentan en él y reconocerlas.

Cuarto, encenderé la vela, el incienso, tomaré en mis manos el cuarzo o la amatista y conectaré con la luz y energía que trae este solsticio. Esta vez la energía que se está moviendo es muy especial, porque se celebra justo después de la apertura de varios portales de energía y esto hace que sea de renovación y muy potente.

Quinto, al conectar con la energía lo haré desde el corazón, desde el amor y daré las gracias por lo que soy y tengo.Y mandaré energía y luz al universo y a todos los seres que viven en él.

Sexto, daré las gracias a todos los seres que me acompañan y una vez más a la energía de este día


Esta visualización se puede hacer también el día de Nochevieja con algunos pequeños cambios y también cuando cada uno lo sienta. Y sobre todo, estos pasos son orientativos y personales. Experimentad, probad a hacer la vuestra.


La foto de la imagen está tomada de internet, desconozco quién es su autor.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Ignorante de la vida

Es divertido pasear por la calle y observar lo que pasa en ella. Nunca se sabe con qué te vas a encontrar o qué te va a sorprender.

Este sábado pasado, me dirigía a la consulta,  caminando y pensando en mis cosas. Me fijé que se abría la puerta de un portal. De repente, escuché una voz airada, enérgica, que en voz alta dirigiéndose a alguien a quién no veía, dijo a modo de insultoignorante de la vida.

La puerta se cerró. Me adelantó y me fijé quién podía haber dicho aquella frase entre lapidaria e insultante. Era un muchacho, no llegaría a los veinte años. Lo primero que pensé es que cómo alguien tan joven podía ser tan contundente y poner tanta carga en esa frase. Después, la curiosidad me pudo, y enseguida mi mente se preguntaba quién era la persona a la que se lo decía. No lo supe.

Inmediatamente después, pensé en porqué había dicho esa frase y no otra. El runrún hizo su aparición. aparentemente por su edad no había tenido tiempo suficiente para saberlo todo de la vida, a lo mejor su vida había sido complicada y dura o lo había dicho por decir o..... Preguntas sin respuesta.

Seguí caminando. Tocó esperar a que el semáforo se pusiera en verde. Mis pensamientos iban por libre, dándole vueltas a la cuestión. ¿Ser ignorante de la vida es un insulto o una realidad?. Estaba claro que él lo había dicho de tal manera que no quedaban dudas; pero, pensé que para mi más que un insulto era un hecho concreto, definitivo y real.

Sí, somos o soy una ignorante de la vida. Reconozco totalmente que ese es mi estado natural. Son miles las cuestiones que desconozco sobre casi todo. Me gusta aprender, observar y pregunto cuándo desconozco o no entiendo de qué me hablan. Recurro a libros, personas o estudio lo que deseo aprender. Intento estar activa, a veces aprendo a la primera y otras, me cuesta bastante más. Luego el ser ignorante no es un insulto, es una realidad.

Si lo supiera todo sería muy aburrido. Seguramente me habría convertido en una enciclopedia andante y no me gusta la idea. Me encanta estar atenta a lo que me rodea, a lo nuevo, ya sean personas, enfoques, circunstancias y si son distintas a mi, estupendo. Me obliga a estar receptiva, a saber dónde están mis límites y de nuevo, a ser esponja, a estar abierta, a aprender. Después ya analizaré lo vivido, veré con qué decido quedarme. Puedo equivocarme o acertar, cualquiera de ellas es válida para seguir avanzando en mis conocimientos. Si me caigo ya me levantaré.

Así que, chico desconocido, me encantó cruzarme este sábado contigo porque me hiciste pensar y reflexionar, y me dí cuenta, que sí, que soy una ignorante de la vida y es estupendo. Ahora, no se lo que pensó ni cómo se sintió la persona a la que se lo dijo. Ojalá se lo tomara de buena manera. Eso de momento, es una incógnita.


La foto de la imagen es de un mandala mio.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Confiar y conocerse a uno mismo

He estado observando en consulta que últimamente, algunos de los mensajes que se reciben a través de la mediumnidad o del tarot, es el de confiar, en lo que va a suceder, en uno mismo, en los demás, en lo que nos rodea, etc. Y ante esta información, la siguiente pregunta suele ser, y ¿cómo lo hago? ¿cómo confío en mi mismo?

Suelo responder que es más fácil la teoría que la práctica y que confiar en uno mismo o en la vida es dejarse llevar por las circunstancias sabiendo cuáles son nuestros límites, cualidades y sobre todo, saber dónde está el equilibrio y la armonía que nos centran y ayudan a no perder la perspectiva.

Lo siguiente que suelo escuchar, es uffff, eso es imposible, yo no, o mi autoestima está genial. Sonrío y les comento, que si les ha llegado esa información es por un motivo especial y cada uno es libre de hacer lo que siente y piensa, ya que somos los únicos responsables de nuestra vida.

Para confiar en una misma, creo que es necesario conocerse bien. Saber dónde están nuestras fuerzas, con qué recursos contamos ante una situación difícil, ya sea el recurrir a la ayuda de un profesional de cualquier tipo, hablar con un alguien que pueda entendernos y orientarnos o la de encontrar esa fuerza interna que nos lleva a superar situaciones adversas o complicadas. Me he dado cuenta que muchas veces, contestamos sin pensar. Es decir, no nos tomamos un respiro y analizamos cómo somos. Es más fácil decir, no se hacerlo o no puedo, y entregar el testigo a otra persona para que lo solucione por nosotros que asumir nuestra la responsabilidad y compromiso.

No estamos acostumbrados a escucharnos en silencio, a descubrir lo bueno y lo malo o lo no tan positivo que bulle en nuestro interior. Los motivos pueden ser diversos, desde miedo a encontrar lo que no queremos ver o saber, no saber gestionar lo que hallemos, comodidad, falta de compromiso, dejadez, pereza...

Nos han enseñado que tenemos que ser buenas personas, tener sentimientos positivos y amorosos hacia los demás. Primando a los otros por encima de nosotros. Si no estamos bien con nosotros mismos, difícilmente podremos dar lo mejor a nadie. Es muy importante conocernos, saber qué nos potencia, anima, estimula y qué nos frena y obstaculiza. De esta manera, con ganas, trabajo personal, voluntad y algo de disciplina, podremos afrontar las situaciones que lleguen con otro enfoque, desde otra perspectiva, la de saber dónde estamos y qué podemos o no hacer.

Nunca terminamos de conocernos y eso es algo que me gusta. Nos ayuda a crecer y a evolucionar como personas, a estar abiertos a la vida. Además, ella, cuando pensamos que ya nada va a poder sorprendemos, se encarga de demostrarnos que no es así, y de nuevo toca volver a mirar hacia dentro, debemos escucharnos, observarnos y confiar en nosotros. De esta manera estaremos mejor preparados para afrontar los retos, salvar las dificultades y poder ayudar a los demás.


La foto de la imagen es de un mandala mio.   

jueves, 1 de diciembre de 2011

Anécdotas vividas en las consultas de tarot y mediumnidad

Si queréis seguir leyendo más sobre éste tema, os invito a leer otro blog mío dedicado a la mediumnidad, a la comunicación con los seres queridos ya fallecidos, se llama Comunicación entre dos mundo, vida y muerte.

Esta semana pasada ha sido un poco loca y también divertida. He conocido a personas nuevas y eso siempre es un lujo.

A las consultas de tarot y mediumnidad acude gente de todo tipo, con preocupaciones, dudas, curiosidad, angustia, alegría, escepticismo, abiertas a lo que va a suceder, etc.

De todas personas con las que he estado, me han sorprendido dos. La primera, venía a una consulta de tarot. Reticente, con miedo. Intenté que se sintiera cómoda y lo más tranquila posible. Tras conseguirlo, comenzó la consulta. De repente, veo que saca del bolso varias hojas escritas, todas llenas de preguntas. Me mira fijamente y pregunta, ¿contestarás a todo? Le sonrió y le contesto, a lo que nos de tiempo.

Y comenzó el bombardeo. Mil y una preguntas a toda máquina. Según iba recibiendo la información las numeraba. Cuando faltaban cinco minutos para terminar la consulta, le pido que compruebe si de las preguntas que le quedan, hay alguna que tiene más importancia para ella. Repasa la lista, sigue poniendo números a las preguntas. Me dice que aunque no haya preguntado todo lo que quería, no ha hecho falta porque ha recibido la información que deseaba. Tras despedirnos, me presenta a su hija que estaba esperándole y con las lista de las preguntas en la mano; le dice, lo tengo todo apuntado, todo. Me sonrió, me dio las gracias y se marcharon.

La segunda persona que me ha sorprendido es otra mujer. Vino a una consulta de tarot pero al instante comenzó a recibir mensajes de sus seres queridos. Enseguida comenzaron a caerle lágrimas,  me dijo que hacía tiempo que no lloraba. Reconocía a la persona de la que le estaba hablando y que los mensajes que estaba recibiendo, le estaban reconfortando mucho.

Continuó la consulta. Al finalizar, me mira fijamente y comenta que es psicóloga. Con una gran sonrisa, me dije que se va encantada porque además de toda la información que ha recibido, se ha dado cuenta que tengo los pies en la tierra, lo que comento es coherente y tiene sentido. Explica que ha trabajado durante muchos años con enfermos psíquicos y sabe distinguir a una persona con problemas de otra que no nos tiene.

Confiesa que además de gustarle la consulta, ha estado evaluándome psicológicamente y se ha dado cuenta que no soy esquizofrénica, que a pesar de transmitir mensajes de seres que ya han fallecido, ni me lo invento, ni "estoy colgada". Me sonrié abiertamente y dice que sentía que debía decírmelo como profesional de la psique que es. Le agradezco su diagnóstico y le respondo que para mi, lo más importante es estar equilibrada y tener los pies en el suelo, además de hacer bien trabajo.

Le miro con tranquilidad. Eso sí, por dentro, mi cabeza piensa de todo en un segundo, miles de pensamientos se cruzan por mi cabeza. Muchos, y lo más suave que puedo decir es que estaba alucinada por todo. Han estado en consulta varios psicólogos y ninguno me había dicho nada, jajajajaj. Supongo que hay personas, que no saben o no pueden desconectar de su trabajo. Quizá pensaba que por mi trabajo no podía estar equilibrada, porque insistía mucho en que le había sorprendido favorablemente mis cualidades, mis dones y mi manera de enfocar la información que recibo y sobre todo, que era coherente. Da qué pensar con qué tipo de personas se ha encontrado en la vida.  

Desde luego, tengo un trabajo que me encanta, disfruto mucho con él, aprendo constantemente, está lleno de sorpresas y además, me hacen un análisis psicológico sin pedirlo. Hay gente para todo los gustos. ¿Se puede pedir más?


La foto de la imagen, es de un mandala mio que no tiene nombre.