lunes, 19 de octubre de 2009

Significado de los Mandalas



Para la R.A.E., en el hinduismo y en el budismo, dibujo complejo, generalmente circular, que representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación.

Estoy de acuerdo con esta definición aunque la ampliaría un poco más. Los mandalas más conocidos son los tibetanos, aunque otras culturas los utilizan por igual, cambia la manera de realizarse, los hay de arena, pintados, de cristal...

Para mí, los mandalas son una expresión de la energía universal que interactúa con cada uno de nosotros, ya sea de manera directa o indirecta, para ayudarnos en nuestro proceso evolutivo o en una situación particular que nos afecta.

Hace seis años empecé a pintar formas geométricas y a darles color. Mi sorpresa fue cuando un especialista en Bellas Artes, me dijo al ver mis cuadros, ¡qué mandalas más bonitos! Al ver la cara que ponía, siguió diciendo, ¿sabes qué es un mandala, no? y a continuación cogió un libro sobre ellos y me los mostró. Mi respuesta fue que sí sabía lo que eran pero desconocía que lo que yo hacía lo fueran. Fue la primera persona que me animó a pintarlos, porque decía que sentía algo especial al verlos.

Estaba perpleja y acudí a una gran amiga mía, que está acostumbrada a trabajar con la energía, la meditación y los chakras. Su opinión fue muy parecida a la anterior. Decidió trabajar con ellos en meditación y en su trabajo diario con los chakras, siendo el resultado positivo.

En mi caso, puedo decir que mientras trabajo con ellos, noto sus vibraciones, su energía. Me han ayudado a superar situaciones complicadas e inclusive a ser consciente de que tenía ciertos bloqueos internos y a trabajarlos.

Poco a poco, varias personas me han pedido que creara mandalas para ellos mismos. Para llevar a cabo este proceso, me pongo en contacto con la energía universal a la que pido su ayuda y guía, dejando la mente en blanco y fluyendo. Al poco tiempo, nace el mandala. Unas veces han sido creados para ser regalados, para superar alguna situación delicada, otras para ser vistos sin más.

Todas las personas no sienten lo mismo al ver un mismo mandala, aunque éste actúe por si mismo. Pienso que nos eligen. Nos sentimos atraídos por ellos según la situación que estemos viviendo y lo que necesitemos en ese momento.

Utilizo diferentes técnicas para hacer los mandalas, en papel y lápices de acuarela, en lienzo y con pintura acrílica y por ordenador sobre papel fotográfico.

Por último, quiero agradecer a todas las personas que han estado a mi lado apoyándome, especialmente, a Alfonso, a Isabel y a mi madre, por su ánimo y su confianza en mí. Gracias de todo corazón.


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