Si queréis seguir leyendo más sobre éste tema,
os invito a leer otro blog mío dedicado a la mediumnidad, a la
comunicación con los seres queridos ya fallecidos, se llama Comunicación entre dos mundo, vida y muerte.
Esta semana pasada ha sido un poco loca y también divertida. He conocido a personas nuevas y eso siempre es un lujo.
A las consultas de tarot y mediumnidad acude gente de todo tipo, con preocupaciones, dudas, curiosidad, angustia, alegría, escepticismo, abiertas a lo que va a suceder, etc.
De todas personas con las que he estado, me han sorprendido dos. La primera, venía a una consulta de tarot. Reticente, con miedo. Intenté que se sintiera cómoda y lo más tranquila posible. Tras conseguirlo, comenzó la consulta. De repente, veo que saca del bolso varias hojas escritas, todas llenas de preguntas. Me mira fijamente y pregunta, ¿contestarás a todo? Le sonrió y le contesto, a lo que nos de tiempo.
Y comenzó el bombardeo. Mil y una preguntas a toda máquina. Según iba recibiendo la información las numeraba. Cuando faltaban cinco minutos para terminar la consulta, le pido que compruebe si de las preguntas que le quedan, hay alguna que tiene más importancia para ella. Repasa la lista, sigue poniendo números a las preguntas. Me dice que aunque no haya preguntado todo lo que quería, no ha hecho falta porque ha recibido la información que deseaba. Tras despedirnos, me presenta a su hija que estaba esperándole y con las lista de las preguntas en la mano; le dice, lo tengo todo apuntado, todo. Me sonrió, me dio las gracias y se marcharon.
La segunda persona que me ha sorprendido es otra mujer. Vino a una consulta de tarot pero al instante comenzó a recibir mensajes de sus seres queridos. Enseguida comenzaron a caerle lágrimas, me dijo que hacía tiempo que no lloraba. Reconocía a la persona de la que le estaba hablando y que los mensajes que estaba recibiendo, le estaban reconfortando mucho.
Continuó la consulta. Al finalizar, me mira fijamente y comenta que es psicóloga. Con una gran sonrisa, me dije que se va encantada porque además de toda la información que ha recibido, se ha dado cuenta que tengo los pies en la tierra, lo que comento es coherente y tiene sentido. Explica que ha trabajado durante muchos años con enfermos psíquicos y sabe distinguir a una persona con problemas de otra que no nos tiene.
Confiesa que además de gustarle la consulta, ha estado evaluándome psicológicamente y se ha dado cuenta que no soy esquizofrénica, que a pesar de transmitir mensajes de seres que ya han fallecido, ni me lo invento, ni "estoy colgada". Me sonrié abiertamente y dice que sentía que debía decírmelo como profesional de la psique que es. Le agradezco su diagnóstico y le respondo que para mi, lo más importante es estar equilibrada y tener los pies en el suelo, además de hacer bien trabajo.
Le miro con tranquilidad. Eso sí, por dentro, mi cabeza piensa de todo en un segundo, miles de pensamientos se cruzan por mi cabeza. Muchos, y lo más suave que puedo decir es que estaba alucinada por todo. Han estado en consulta varios psicólogos y ninguno me había dicho nada, jajajajaj. Supongo que hay personas, que no saben o no pueden desconectar de su trabajo. Quizá pensaba que por mi trabajo no podía estar equilibrada, porque insistía mucho en que le había sorprendido favorablemente mis cualidades, mis dones y mi manera de enfocar la información que recibo y sobre todo, que era coherente. Da qué pensar con qué tipo de personas se ha encontrado en la vida.
Desde luego, tengo un trabajo que me encanta, disfruto mucho con él, aprendo constantemente, está lleno de sorpresas y además, me hacen un análisis psicológico sin pedirlo. Hay gente para todo los gustos. ¿Se puede pedir más?
La foto de la imagen, es de un mandala mio que no tiene nombre.