domingo, 10 de octubre de 2010

El silencio, habla

Es domingo, día gris y muy lluvioso. Día de botas katiuskas y sobre todo, ha refrescado algo la temperatura y se agradece. Es estupendo seguir llevando sandalias y tirantes pero echaba de menos la lluvia y que bajara algo el calor tan alto de estos días.

Esta semana ha sido movida, sería mejor decir que los últimos dos meses y medio han sido bastante agitados. Lo suficiente como para olvidarme de mi, centrándome en mi entorno que "me necesitaba".

Sabes escuchar, calmas, tranquilizas, das paz y ayudas a pasar situaciones delicadas, y nos das mensajes o pautas en los momentos que más lo necesitamos. Estás ahí, siempre. Tiramos de ti. Eres nuestra psicóloga. Estas palabras me las dijo esta semana una gran amiga, cuando le comenté que había tenido un par de sueños en los que me reñían por no hacer lo que debía.

No comprendía el significado de la riña; hasta que de repente, como suele suceder siempre, en el momento más inesperado, llega el entendimiento. Había estado pendiente de las necesidades de mi entorno olvidándome de las mías. Mi amiga estaba de acuerdo con el sueño. Y por si aún no lo tenía claro, este viernes, me encontré en la calle con una gran persona, y hablando de lo divino y lo humano hizo un comentario, recordándome cómo son las cosas. Si queremos ayudar a los demás, debemos hacerlo sin olvidarnos de nosotros mismos. Frase que suelo tener muy presente en mi vida, pero hay veces que es necesario que nos la recuerden porque se nos olvida.

Asi que una vez recobrado el sentido de las cosas, nada de ir de un extremo al otro, he vuelto a descubrir el valor del silencio. No, no me he convertido en eremita de fin de semana, no podría, me gusta demasiado hablar. Pero he decidido volver la mirada a mi misma, a escucharme, a oir mis necesidades, a seguir trabajando en mi. Para ello necesitaba estar en silencio conmigo misma.

Bendito silencio que llena y da tranquilidad, hace ver donde están las heridas y así poder curarlas. Silencio que acoje, envuelve, sosiega. Acomoda, ordena y prioriza las necesidades.

Me he sorprendido al darme cuenta que todo ha transcurrido levemente, sutilmente; casi casi, en cadena, acción-reacción, de manera automática y consciente. ¡Qué maravilla!

El silencio buscado, querido, es enriquecedor si se sabe escuchar. Parece una contradicción, pero no lo es. El silencio, habla. Es el decorado perfecto, el paisaje adecuado para ponernos en marcha, para dar con la clave y abrir las puertas necesarias para seguir avanzando, para volver la mirada y evaluar en qué momento estamos, hacer rectificaciones si es que son necesarias y continuar avanzando en nuestra vida.

Esta tarde además de oír llover, he estado de charleta con dos amigas y... Ha sido perfecto. Hay sitio y espacio para todo si se hacen bien las cosas.


La autora de la fotografía se llama Natalia Pérez, cuyo nick es Nostalgia. La foto, Tranquilidad, la he encontrado en la página Mundofotos.

6 comentarios:

EriKa dijo...

A veces me da la sensación que me preocupo más de las necesidades de los demás que de las mías, un poco como te ha pasado a ti, ahora como tengo menos tiempo he tenido que aparcar algunas cosas que hacía con las amigas, por mi parte no pasa nada ya que aprovecho para hacer otras cosas y no voy tan liada, pero si que noto que tienen la sensación que las tengo un poco abandonadas,por algún comentario con tonillo y es que las tengo muy mal acostumbradas, yo siempre estoy ahí para todos.
Al principio me sentía un poco mal pero he decidido que a veces una tiene que llevar las riendas de su vida, y por que no esté siempre no quiere decir que no esté, simplemente que estaré en otro momento para escuchar y apoyarlas.
Reconozco que a veces decir "No" hace que me sienta mal, pero ahora siento que necesito tener un poco de espacio.
Besitos.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Erika

Te entiendo. Es normal que busquemos tiempo para nosotras. Es necesario y básico, aunque a mi, se me suele olvidar y entonces "me comen".

Dí que si. Tenemos que llevar las riendas de nuestra vida, sin sentirnos culpables, no estamos haciendo nada malo. Estás para tus amigas cuando puedas atenderles de la mejor manera posible.

Te recomiendo un libro, "Atrévete a decir No" de Xavier Guix. Te gustará.

Besotes guapa.

El Drac dijo...

Es muy repparador entrar en tu blog y volver al quehacer cotidiano, sabes confortar a las personas con tu literatura. Un gran abrazo

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola El Drac

¡Qué bonitas palabras!. Ya estoy roja como un tomate. Y sin palabras...

Besotes.

Hada Saltarina dijo...

Ese silencio tan enriquecedor que consigue ir aposentando tanto pensamiento y hacerlo realmente útil.
Un silencio que tú bordas con unas palabras bellamente escritas. Te reitero mi admiración por tu forma de escribir.
Besos

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Hada guapa

Una vez más me dejas sin palabras y sonrojada. Te agradezco de todo corazón lo que dices sobre mi manera de escribir y con todos los ánimos que me dáis quién sabe de lo que seré capaz de hacer un día de estos.

Un beso enorme.