jueves, 10 de febrero de 2011

La luna sonriente

Ayer levanté los ojos al cielo y allí estaba ella, sonriente, luminosa y dorada, era una hermosa luna creciente.

Me gusta mirar al cielo, por la noche cuando está oscuro y salpicado por pequeñas y titileantes luces de color azulado. Suelo jugar a encontrar formas, constelaciones, algún que otro planeta e intentar descubrir dónde está la Estrella Polar, que por mucho que mire a la Osa Mayor no consigo dar con ella.

Puedo pasar horas con la mirada puesta allí arriba, siendo consciente de lo pequeño e insignificante que es el ser humano dentro de un Universo enorme, en expansión. Es un privilegio levantar la mirada y perderse en ese mar de luces. Y al poco rato, siento conexión, paz, fuerza, energía y de manera automática, comienzo a meditar. El silencio de la noche ayuda, la bóveda celeste se presenta plena; y sin querer, siento que pertenezco al cosmos. El saber que todos estamos conectados con él es una sensación rica, placentera.


Aún recuerdo un ático en el que viví. Tenía un tejado muy inclinado y apenas quedaba espacio, había zonas en las que tenías que agacharte para entrar. Pero llegaba la noche, abría una ventana que estaba en mi habitación y me encontraba en mitad del tejado. Parecía que tocaba el cielo. Tocaba las tejas, veía las antenas de televisión y las estrellas eran mis compañeras de juerga nocturna. Lo mejor de aquella casa, eran las horas de poder meditar al aire libre en plena ciudad, tanto por la noche como por el día.

Era una gozada estar en la cama y ver la luz de la luna que se posaba sobre el edredón, llenando de una sombra plateada aquel sitio tan pequeño. El amanecer llenaba de tonos violetas,y anaranjados las paredes blancas que poco después se volvían más amarillas por el sol.

La luna de ayer, hizo que recordara aquellos años, aquellas horas de disfrute. Fue una maravilla poder conectar conmigo misma a través de la naturaleza y del cosmos, de la luna, del sol y de las estrellas.

La luna estaba sonriente, fuimos cómplices de momentos inolvidables, pero aún quedan por vivir otros tan especiales como los del pasado. Tal vez, aquella sonrisa enigmática y plateada, anuncie y me recuerde que delante de mi hay una vida divertida, llena de sorpresas, de misterios que desentrañar, de enigmas que resolver, de secretos que han de ser desvelados. Quién sabe si la luna querrá descubrir su lado oculto. Sólo se es que si llega ese momento, lo aprovecharé al máximo.


La imagen es de un cuadro mío, que se llama la Luna, la técnica que usé es el pastel.

26 comentarios:

Mar Cano Montil dijo...

Hola, Mandalas:

¡Cuántas veces la luna ha sido nuestra cómplice! ¿verdad?

Con esta hermosa descripción que nos cuentas de tu antigüa casa, he recordado la mía del norte, esos techos de madera inclinados y ese contacto tan especial con la Naturaleza en todo momento que te hace sentir pequeña por vivir en un inmenso cosmos, y grande por tener la capacidad de sentir todas esas bellísimas y grandiosas sensaciones.

Tu cuadro es chuli, chuli :)

Muchos besotes, guapa; ¡no dejes de soñar, nunca!

EriKa dijo...

A mi me encanta mirar la luna y las estrellas, recuerdo que de pequeña cuando era verano mis padres y algúna vecina nos sentábamos en la puerta de casa a tomar el fresco, antes el pueblo era más pequeño y todos nos conocíamos, también habían menos farolas y menos luz lo que facilitaba ver mejor las estrellas, yo me tumbaba en la acera y miraba el cielo embobada con las pequeñas luces que eran las estrellas, también me relajaba y me hubiera tirado horas allí si me hubieran dejado.
Encuentro que es una gozada poder mirar el cielo desde la cama, me encantan los áticos y tener una ventana que te enseñe lo mágico que puede ser, es como tener un cuadro del cielo.

Besitos.

La Dame Masquée dijo...

Bonitos recuerdos, madame.
Yo soy poco lunática en realidad. Prefiero un hermoso atardecer, pero eso sí, soy noctámbula.

Buenas noches

Bisous

Ricard dijo...

Hola Mandalas.
Si el sol es el astro Rey, que duda cabe, que la luna es el astro Reina.
La luna es el astro mas magico que existe.
No hay nada mas maravilloso que contemplar la luna mientras soñamos despiertos.
Un abrazo.
Ricard

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Mar

Y qué siga siéndolo. La luna ha de estar ahí.

Tenía que ser preciosa esa casa que mencionas. Al leerte me vienen a la mente colores verdes, aromas a hierba...

Como ves nunca dejo de soñar, de imaginar y de fluir.

¡Qué bien que te guste el cuadro!

Besotes, guapa.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Erika

Te comprendo, hubiera estado a tu lado tumbada en la acera mirando a las estrellas y feliz, feliz, feliz.

Ya he vivido en dos áticos abuhardillados y la verdad, cómodos no son. Pasas frió en invierno y mucho calor en verano, además del inconveniente de perder espacio por la inclinación del tejado.

Aunque hay veces que ciertas ventanas pueden compensar la estrechez y la incomodidad.

Algún día tendremos uno, ya lo verás, pero puesto a pedir quiero que sea amplio y por lo menos de dos pisos y... el resto lo dejo a la imaginación.

Besotes estelares, guapa.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Madame

También soy noctámbula. Estoy más despierta por la noche, revivo como los vampiros.

Siempre preferí estudiar por la noche a tener que madrugar para hacerlo. Me cundía más. Es silencio, el tiempo parece que va más lento.

De todos modos, un atardecer tampoco deja de ser mágico y único con toda el colorido en el cielo.

Feliz tarde, Madame.

Bisous.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Ricard

Me ha encantado la frase que has dejado, "nada más maravilloso, que contemplar la luna mientras soñamos despiertos". Es precioso.

Gracias por hacerme soñar.

Besotes.

Anónimo dijo...

Hola Mandalas que bello texto, um, me lo has hecho sentir y recordad.
A mi antes me encantaba mirar al cielo, tambien ahora sobre todo las puestas de sol.
la Luna pues como vivo en la ciudad, pues no suele verse en mi ventana, pocas veces, esta al otro lado, y las estrellas con la contaminacion de las ciudades se ven poco.
Pero de niña hacia como tu.
muy bonito el cuadro,
Gracias por este momento de paz y reflexion. Abrazo.

Steki dijo...

Me encanta que la luna te sonría! Muy lindo tu escrito. Me siento muy identificada también.
Beso grande para ti.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Luz

Es una pena la contaminación, entre otras cosas suele impedir ver el cielo en buenas condiciones.

Me alegro que hayas podido recordar buenos momentos.

Gracias por tus palabras.

Besotes.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Steki

Gracias Steki, la verdad que fue un placer ver a la luna que parecía estar sonriendo en el cielo.

Besotes.

Anónimo dijo...

hola mandalas: HE PUESTO HOY UN POST. Como te ofreciste el otro dia, pues cuento con tu aportacion para lo que alli pongo, y asi quedar para una gran quedada. bicos.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Luz

Gracias por el aviso. Voy para allá.

Besotes.

La Gata Coqueta dijo...

Nos encontramos en el mes del amor y la amistad
un jardín donde descansan los pétalos de las rosas
mimados por las estrellas durante la noche,
y en el día custodiados por el arco iris del amor
en ellos encontrarás sonrisas y nunca lagrimas
son altivos pero a la vez sensibles
porque ellos más que nadie saben lo que es amar.

Que el sentimiento
de amor y amistad te acompañe
todos los días del año
sin derramar una lagrima
y si es derramada que sea de felicidad.

María del Carmen

María dijo...

La luna influye en el caracter de las personas, sobre todo, en los que tienen, como yo, el signo de cancer, también influye en muchas otras cosas, como el mar.

La luna es testigo de los enamorados, es ese reflejo de destello que ofrece una noche romántica, o en soledad, es inspiración de multitud de poesías porque la luna es fuente de inspiración.

Me encanta mirar al cielo, de día, de noche...

Un besazo.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Gata

Todos son buenos momentos para hablar de amor y amistad. Gracias por recordarlo y por dejarnos el regalo de tu poesía.

Besotes.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola María

Si, eso mismo suele comentar mi madre, que también es Cáncer como tú. Para ella es una delicia contemplar la luna y perderse en ella.

La luna regula muchas cosas, las mareas, los líquidos, los cultivos, etc.

Para mi es misteriosa, luminosa, brillante y enigmática. Saca de mi, lo que está más oculto, lo menos visible para volverlo más consciente.

Besotes, guapa.

Desdemismontañas dijo...

Me encanta mirar al cielo, afortunadamente vivo en un lugar privilegiado donde ni la contaminación ni otros me impiden contemplarle. Disfruto de hermosas puestas de sol que me relajan, de hermosos amaneceres que me alegran, de un cielo colmado de estrellas con las que viajo por el universo.
Mandalas también observo la Luna!! la de misterios que encierra la Luna!!

Besos

Hada Saltarina dijo...

El universo es realmente asombroso. Besos

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Montañas

Si que es enigmática y misteriosa la luna. Tienes mucha suerte al poder vivir en un sitio muy especial y desde luego, poder contemplar el cielo viendo como cambia de color y por la noche en toda su inmensidad.

Besotes.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Hada

Lo es, Hada. Y también maravilloso.

Es un placer volver a verte, guapa.

Besotes.

Anónimo dijo...

La luna con sus cuatro maravillosas fases nos presenta delante el espejo nuestra más parte más íntima y fermenina.



Un abrazo.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Olga

Ya lo creo y de qué forma además.

La luna es muy compleja y nos ayuda a conocer aspectos nuestros que a veces pasan desapercibidos, nos ayuda en todo el tema de la energía y sin duda alguna, en todo lo que es lo femenino.

Besotes.

Andrabaltza dijo...

¡Cómo me ha gustado esta entrada tuya! Adoro la luna, sobre todo la luna llena...y ese ático chiquitito donde poder gozarla a solas, me ha llenado de envidia amarilla...
Te imaginé sentada en el tejado con uno o dos gatos a tu vera, con la ciudad a los pies y ella, casi al alcance de tu mano...¡qué de cosas lindas nos cuenta la luna a las mujeres...verdad?
Creo que la conexión con la luna 8si se tiene) no se rompe nunca. Ella marca a sus criaturas con un aire especial...
un beso, alunada.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Begoña

Casi casi, ajajajajaa. A veces subía a una escalera de mano para poder sentarme. Era un sitio muy especial, pero no había gatos, pájaros si, debían de tener sus nidos en algún sitio muy cercano.

La verdad que echo de menos ese ático, sobre todo, por poder perderme horas mirando al horizonte y a cielo estrellado.

Besotes.