martes, 31 de mayo de 2011

Cinco minutos dan mucho de sí

Hoy he tenido la gran oportunidad de tener tiempo para mi. No me he dado cuenta de que lo echaba mucho de menos. No he hecho nada especial, salvo disfrutar del momento, que no es poco.

A veces olvidamos que el placer también está en las cosas sencillas, como en una buena conversación, una comida rica que nos lleva a recordar momentos agradables, un masaje, un baño relajante, una película a oscuras, un buen libro, un disco olvidado y recuperado que volver a escuchar, una llamada inesperada de alguien a quien hace tiempo que no ves y te pones al día....

Pues de algún modo, eso lo que he hecho hoy al darme cuenta que el tiempo "me pertenecía". Tenía una deuda pendiente con mi piel, necesitaba darme crema hidratante por todo el cuerpo pero nunca encontraba el momento apropiado. Después de ducharme, me he dicho hoy o nunca. La piel lo ha agradecido, pero también el cuerpo y mi espíritu. Cinco minutos no van en teoría a ningún lado, en cambio hoy han supuesto, relajarme, pensar en nada, dejar la mente vacía para sólo centrarme en disfrutar de ese momento, crema y masaje.

Más tarde, a lo largo del día, he pensado en ello. En esos cinco minutos o más que dejamos de dedicarnos, de mimarnos, de invertir en nuestro bienestar, que a su vez, influirán en nuestro humor y buena predisposición para encarar las situaciones que nos presente el día.

Está claro que las prisas no son buenas consejeras, pero por qué se nos olvida dedicarnos un tiempo a nosotros mismos. El estrés en que vivimos, hace que demos prioridad a otras cuestiones, normalmente enfocadas más a solucionar los problemas de los demás que a los nuestros. Mal hecho, nadie salvo uno mismo puedo resolver nada. Caemos, y caigo en la misma trampa. 

Tal vez, pensamos que buscar un momento para nosotros es egoísmo, y no somos capaces de ver que en realidad es la mejor inversión que podemos hacer. Si estamos bien, estaremos contentos, ilusionados, más positivos. Contagiaremos alegría y bienestar, de manera que poco a poco, nuestro entorno también vivirá este cambio, llevándolo a otros lugares y situaciones. Es una rueda, de optimismo y vitalidad

No digo que por estar contenta, se solucionen de manera inmediata todos los problemas, no. Pero si nos ayudará a afrontar las preocupaciones con un enfoque mejor, más vitalista y esto posibilite que demos a todo ello la importancia real que tiene. De este modo, iremos directamente al grano, ganando tiempo y energía.

Ser positivo no significa vivir en las nubes y no pisar tierra. Esta actitud ayuda a ver con mayor claridad los pros y los contras, nos deja más tiempo libre pues nuestros pensamientos no ocupan la mente constantemente. Así, podremos aprovechar este "relax mental" en conocernos mejor, en interiorizar, en reflexionar.

Pocas veces cinco minutos dieron para tanto. Y toda este reflexión comenzó por dedicarme un pequeño tiempo esta mañana.


La imagen está sacada de internet y no tiene copyright.

jueves, 26 de mayo de 2011

Una visualización junto al mar, cargando pilas

Supongo que todos tenemos un lugar en el que nos sentimos especialmente bien, como en casa. En mi caso, ese lugar está junto al mar. Miro al frente y allí está, unas veces embravecido, otras en calma. Cambiante de color según el día, verde o azul grisáceo, azul marino, y cuando rompen las olas en las rocas, pasa a ser blanco y agua marina.

He escogido un punto en el que siento que conecto con la energía. He elegido un banco de madera desde el que veo en los días de marea alta y oleaje, como la espuma blanca de las olas salta como si fueran ballenas respirando, en ese lugar casi mágico que es el Peine del Viento, obra de Chillida.

Veo el verde del monte Igeldo, su faro, la carretera que llega hasta el parque de atraccciones; veo el verde de la isla de Santa Clara, en el que miles de gaviotas revolotean en el aire; y siento a mi espalda, la seguridad de un lugar muy especial para mi, el monte Urgull.

Suelo llegar a este banco después de dar una vuelta por el Paseo Nuevo, mirando el mar, sintiéndolo. Me fijo en el horizonte, a veces salpicado por velas blancas de veleros y regatistas; otras por pequeñas embarcaciones de madera que van en busca de chipirones. Mis ojos van del azul del cielo y del mar, al verde de los árboles, de la hierba, de los montes.

Por fin llego a "mi banco". Me siento, contemplo la marea, escucho el rumor del mar, su canto arrullador y casi sin darme cuenta, comienzo a conectar con la energía que me rodea. La energía del universo. Y suelo hacer una pequeña visualización.


Visualización.

Primero, conecto con la energía del universo. Soy una con todos los elementos, soy una con el aire, con el fuego, con la tierra, con el agua, con la madera y con el metal. Me uno a ellos. Respiro y me relajo.

Segundo, escucho los sonidos que me rodean. El sonido del mar, es como una nana; me siento mar, me siento agua, me siento ola.

Respiro según el movimiento de la ola. Cojo aire y según avanza la ola, mantengo la respiración que suelto cuando ella estalla. Hay veces que sólo soy ola; pero en otras ocasiones, cuando tengo un problema o preocupación, soy la ola y la preocupación a la vez, al romper, la suelto. Me libero. Suelto el lastre. Respiro, mantengo la respiración y suelto. Lo repito las veces que considere necesario.

Tercero, vuelvo a sentirme ola; no pienso, sólo soy. Noto como me expando, soy inmensa, soy ligera, llego a todos los lugares a los que necesito o quiero ir. Soy plena, soy relax, soy consciente, soy una con la totalidad.

Cuarto, sonrío, doy las gracias al universo, a la Fuente Divina de todo amor incondicional y estiro mi cuerpo. 

La sensación que tengo es de limpieza, de renovación, de bienestar y desde luego, estoy cargada de buenas y positivas energías, lista para la vida cotidiana.


En el mismo sitio, también he hecho esta visualización conectando con el aire y la tierra. Podéis cambiar el lugar, las formas; adecuar los pasos a vuestros lugares y a lo que sintáis. Dejaros llevar, fluir. Merece la pena.


La foto es mía y está sacada en el Paseo Nuevo de San Sebastián.

jueves, 19 de mayo de 2011

Cómo trabajar con el Arcano Personal del Tarot

Voy a intentar responder a varias personas que me han preguntado cómo se puede trabajar con el arcano personal de Tarot.

Si alguien tiene alguna duda o quiere refrescar algunos conceptos, dejo aquí los nombres de las entradas en las que comentamos estos temas, El arcano personal en el Tarot y La relación entre los números y los arcanos personales. También podéis encontrar esta información, pinchando en arcano personal de la sección etiquetas.
 
El arcano personal, está relacionado con nuestra personalidad y carácter. Tiene una serie de características que le definen, y a su vez, nos podemos ver reflejados en ellas. No es dogma de fe, es una tendencia en la que nos vemos reflejados, tanto en su aspecto positivo como negativo.

Volveré a ponerme como ejemplo. Mi arcano personal es el número XIV, la Templanza. Este carta representa el equilibrio entre dos mundos, entre la tierra y el cielo, la armonía, el pisar tierra para poder conectar con el cielo. Es un comunicador, y normalmente, está en medio de todo aunque no lo busque. Es una especie de bisagra. Une dos situaciones, puede estar en medio de una discusión, de un debate, siendo portador de noticias... Aunque intente escapar de ellos, se verá involucrado en ellos. Es una de las funciones que realiza la Templanza, unir, pacificar, escuchar, comunicar. 

Durante una lectura de cartas y ante determinadas preguntas muy concretas, si aparece nuestro arcano personal, deberemos fijarnos en dónde aparece y cómo, pues nos estará dando una información extra, a la que ya tiene de por si. Es decir, buscaremos el doble sentido, el ir más allá de la información para bucear en nuestra actitud, debemos escuchar lo que nos quiere decir.

Hay personas a las que les gusta sacar una carta de tarot diariamente para ver cómo va a ser el día. Imaginaros que en mi caso, hoy sale la Templanza que es mi arcano. Hablaría de un día en el que debo estar atenta a lo que me digan; ya sea porque alguien se puede desahogar conmigo, porque recibiré algún tipo de mensaje para otra persona o para mi, etc.

Podemos utilizar nuestro arcano personal para meditar con él. Al conectar con su sabiduría y nos transmitirá información que necesitamos o debemos tener. Eso si, debemos ser pacientes y hay veces, que la información no llega tan rápido como nos gustaría.

También es importante comentar, que hay momentos o situaciones en las que aunque tengamos nuestro arcano, nos identificamos más con otra carta. El significado de ello, sería que podemos necesitar la energía, el conocimiento de este otro arcano. Meditad también con él, de la misma manera que si fuera el propio. Siempre recibiremos algún mensaje que nos puede ayudar, ya sea porque damos con la solución a un problema, a un pensamiento; o nos ayuda a entendernos y comprendernos mejor.

Y desde luego, podéis meditar con cualquier carta del tarot, aunque al principio os aconsejaría escoged las más luminosas, entre otras, el XIX, el Sol, XXI, el Mundo, la XIV la Templanza y la XVII la Estrella. Pero cada uno es un mundo, elegid la que os llame más la atención; y sobre todo, diría investigad, practicad, tocad, sentid y abrid vuestros sentidos y la mente. Os sorprenderéis de todo lo que recibís.


La imagen de la foto está escaneada, forma parte de mi Tarot, el que diseñé y utilizo, y se trata de la carta de VII, el Carro.

domingo, 15 de mayo de 2011

Pasos sencillos para comunicarnos con nuestros seres fallecidos

Si queréis seguir leyendo más sobre éste tema, os invito a leer otro blog mío dedicado a la mediumnidad, a la comunicación con los seres queridos ya fallecidos, se llama Comunicación entre dos mundo, vida y muerte.

Debido a la avería de Blogger, esta entrada desapareció y por ello, he decido volver a publicarla por si hubo alguien que se quedó sin leerla después de estar buscándola.

Hoy voy intentar responder a unos mensajes vuestros que habéis dejado en el correo del blog, preguntando cómo podemos conectar con nuestros seres queridos que han fallecido.

Comenzaré por lo más sencillo, toda conexión se realiza conectando a través del corazón.

Para poder sentir a un ser que se ha marchado, es necesario que el dolor haya desaparecido o al menos, una gran parte de él. El dolor nubla, ocupa nuestro corazón y hace que nos centremos en él, impidiéndonos percibir algo diferente. Por lo tanto, estaremos más preparados para conectar, para sentir cuando el dolor haya amainado.

En segundo lugar, que muchas veces es lo primero, estaría la intención. El deseo desde y con el corazón de sentir plenamente, de comunicarnos con nuestros seres. No debe existir miedo, ni temor, pues anularía la conexión, cerrando de nuevo el corazón.

En tercer lugar, señalaría el estar abierto a ver, percibir, sentir, escuchar, recibir no con los ojos, no sino con todo el cuerpo y con el corazón. Me explico, la energía normalmente no la podemos ver con los ojos, pero si sentir su presencia, su hormigueo en el cuerpo.

Nuestros seres pueden manifestarse a través de un aroma, un sonido, una tarjeta, un libro, una palabra, un cambio de temperatura. De repente, podemos olor su perfume, sentir una caricia y sentirnos bien, escuchar una campana, una música. Todo de manera muy sutil. Es posible, que estando más personas a nuestro alrededor no sean capaces de captar lo mismo que nosotros. ¿Esto significaría que lo estamos imaginando? No necesariamente, es posible que estemos más abiertos a percibir que los demás, o dicho de otro modo, nuestra sensibilidad e intuición son mayores.

En cuarto lugar, si a pesar de todo lo anterior, sentís miedo, pedidles a vuestros seres que la comunicación se realice a través de los sueños. En los sueños todo es posible. Suelen visitarnos, dicen cómo están, les vemos contentos, o escuchamos el mensaje que quieren darnos; y a la vez, podemos hacerles preguntas.

En quinto lugar, existe una última opción, acudir a un especialista en estos temas, canalizadores o médiums que sean buenos profesionales. 

Observaciones que debemos que tener en cuenta. Por ejemplo, no por mucho llamarles, están disponibles nuestros seres queridos. Tienen cosas que hacer, repasar su vida, trabajar en aspectos que han dejado pendientes o pasar a otro nivel. Todo depende de la vida que hayan tenido. Si no aparecen enseguida, no os preocupéis porque antes o después aparecerán.

Y por último quiero comentar dos aspectos que me parecen básicos. Uno, es que esto no es un juego, es un tema serio y debemos acercanos a él desde el respeto y con las ideas muy claras. Siendo conscientes de cuál es nuestro estado anímico, mental y psicológico. Insisto, respeto, responsabilidad y tener los pies bien firmes en la tierra. Es muy fácil fantasear e imaginar cosas que no son y por ello debemos estar centrados y equilibrados. Así distingueremos entre lo ocurrido y la fantasia.

El respeto tanto en vida como en muerte a todos los seres. Una vez partimos, unos seres deciden quedarse cerca nuestro para ayudarnos, guiarnos; otros en cambio, siguen su camino. Esto no significa que se olviden de nosotros, sino que deben continuar con su evolución. 

A lo largo de mi experiencia como canalizadora y médium, puedo deciros que los seres conectan y se comunican con nosotros. Hay veces que si están ocupados, aparece otro el mensaje que debemos escuchar y seguramente en otra ocasión, aparecerá el que buscábamos. Salvando las distancias, vendría a ser como si llamáramos a un hotel y cogiera el teléfono la persona a que llamamos; o podría cogerlo otra, y nos dijera, en este momento no está pero si quieres le aviso y mientras tanto, tengo esta información para ti. El mensaje recibido siempre estaría relacionado con nosotros.

Os animo a que si os apetece, lo intentéis. Será una experiencia distinta, y gratificante.


La fotografía es de un cuadro mío que se llama Ondas.

sábado, 14 de mayo de 2011

Observación sobre la avería de Blogger

Creo que todos los blogs estamos viviendo la misma situación, desaparición de las entradas escritas, de los comentarios y sus respuestas, en teoría a partir del 11 de mayo.

He leído en el foro de Blogger que están intentando que todo lo almacenado se recupere, incluyendo los comentarios. Por otra parte, también Blogger da el tema zanjado, avisando que la avería está solucionada. Cosa que realmente cuestiono en este momento. Para ejemplo, un botón, y en la entrada anterior todavía aparecen unos signos extraños junto a las etiquetas. Que acabo de solucionar ahora mismo, quitándoselos de manera manual. En fin,.....

Me encanta leeros, aportáis enfoques nuevos, y hacéis observaciones muy interesantes, y sin duda, conseguís que aprenda mucho de vosotros. Lamento que hayan desaparecido los comentarios. Ojalá se puedan recuperar.

En fin, espero y deseo que paséis un feliz fin de semana.

Besotes,

María Eugenia


La foto está sacada de la red.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Una tarde de quirología y lectura de manos

Al igual que el año pasado he sido invitada a participar en una clase práctica de quirología. Mi papel ha sido el de poner mis manos al servicio de las alumnas que están siguiendo este curso, impartido por una de las mejores quirólogas que conozco, se llama Gloria y además tengo la suerte de que es una amiga estupenda.

La quirología es la disciplina que estudia el carácter, la personalidad, los hechos que rodean a una persona  desde el pasado a lo que está por llegar. 

Vendría a ser una lectura de manos muy completa dedicada al conocimiento personal, y una herramienta orientativa que nos ayuda a situarnos en la vida, a tomar decisiones y a ver las señales que nos muestra el camino. Como siempre, las decisiones que tomemos son siempre responsabilidad nuestra.

Para llevar a cabo esta lectura, se toman las dos manos. Se estudia la forma que tienen, su tacto, las líneas, los montes, los distintos signos que aparecen en ellas. La información que aparece en nuestras manos se corresponde a lo que vivimos, pensamos y sucede, y por ello, hablarán casi únicamente de nosotros. No ocurre como en el tarot en que se puede preguntar por otras personas siempre desde el respeto y no interfiriendo en su vida.

Os contaré como me fue a mi. Me encontré con un ambiente muy agradable, con unas personas interesadas en lo que estaban estudiando y disfrutando de ello. Si en todo lo que estudiamos la práctica ocupa un papel importante, en una lectura de manos es imprescindible. Cuántas más manos se vean mejor, pues no hay dos manos iguales, inclusive las nuestras; pues cada cierto tiempo cambian, apareciendo nuevos signos, líneas, marcas, que nos ayudan a comprender lo que nos sucede o va a ocurrir.

Puse mis manos sobre la mesa y enseguida las tocaron para ver su textura, forma, apariencia. Tomaron mi mano izquierda y con ello llegó la primera información sobre cómo era mi carácter, qué educación había recibido, cómo veía y vivo la vida. Me dieron más datos sobre los trabajos que había tenido hace veinte años, cuántos hermanos tenía, cuántas relaciones amorosas había tenido, y también me hablaron de mi evolución personal a lo largo de este año

Con la mano derecha me dieron datos que coinciden con mi presente actual, como el cambio de casa, mi trabajo, los obstáculos que me rodean, mi salud, los viajes que voy a realizar y qué van a suponer para mi, la llegada de pareja y, algo que me encanta, me describieron a parte de los seres que me guían y en qué me están ayudando.

Mis herramientas son otras: la videncia, la intuición y la canalización, es decir, el tarot y mediumnidad. Cada uno tiene su camino, con el que fluye, percibe y siente. Diferentes modos de acceder a la misma información desde distintas miradas, con un mismo origen y una misma finalidad, el poder ayudar a los demás en su camino en esta vida.


La foto está sacada de internet y no tiene copyright.