Desde algún tiempo siento que mi vida necesita un empujón, un impulso hacia adelante, que me lleve a descubrir nuevos caminos, rumbos, nuevas oportunidades, a ampliar mi horizonte sin dejar de ser yo misma.
Hace un par de semanas, después de darle muchas vueltas a la cabeza, pensando, meditando, reflexionando, decidí que tal vez un mandala me ayudaría a ver con más claridad. Me puse a ello, canalicé la energía, fluí y nació, Puerta Abierta.
Tras una nueva meditación, empecé a trabajar con él. Lo primero que me llamó la atención es que tenía formas muy cuadradas pero a la vez era ligero y liviano. Sentía calma, tranquilidad y mi mirada se iba hacia la puerta dorada. No podía apartar los ojos de allí. Decidí traspasarla y ver qué había al otro lado. Me rodeaba una luz blanca y brillante, muy acogedora llena de paz y armonía. Noté como vibraba todo mi ser, sentí que tenía la fuerza suficiente y que estaba preparada para recorrer los nuevos caminos que pudieran aparecer en mi vida.
Ya han pasado varios días y sigo teniendo la misma alegría, paz y positividad que tenía antes de empezar a trabajar con este mandala. Creo que ahora he conseguido estar más atenta y consciente a la llegada de un posible cambio. No quiero perdérmelo, sea cual sea el destino que me depare, porque es un nuevo reto al que me enfrento y del que espero aprender aún mucho más sobre mí, mis límites y mis potencialidades.
2 comentarios:
No dejes de recorrer el mágico mundo de los mandalas, ellos te traeran muchas satisfacciones y alegrias.Te deseo lo mejor en este camino a descubrir bellas cosas y maravillosas sensaciones!!!!
TE ENVIO MIS MANDALINES MÁGICOS PARA QUE TE GUIEN EN ESTE DESPERTAR!!!!
Hola Claudia
Nunca lo hago, siempre me han ayudado, es tan bello lo que mueven que quiero compartirlo con todo el mundo. Siempre acabo aprendiendo o descubriendo algo nuevo.
Gracias por tus palabras, ánimos y por compartir este mundo tan maravilloso.
Besotes
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