jueves, 30 de diciembre de 2010

Feliz Salida y Entrada de Año


Llevo varios días en los que me falta el tiempo para muchas cosas, entre ellas el poder escribir una entrada y visitaros a todos como suelo hacerlo. ¡Con lo que me gusta y disfruto al leer vuestros blogs y comentarios!. Intentaré ponerme al día.

Sobre todo, quería aprovechar este momento para desearos una feliz salida y entrada de año. Cada uno sabe que quiere dejar atrás por doloroso, superado, vivido y empezar a desgranar lo nuevo que se acerca a pasos agigantados.

¿Oís su sonido? Es alegre, dulce, amoroso, luminoso, brillante. Viene cargado de cambios positivos, de posibilidad de transformarnos y transmutar; lleno de proyectos de crecimiento, mejora, aprendizaje; de superación del dolor y la tristeza; de alegría, de amor; de todo aquello que se haga realidad, pues está en nuestras manos la posibilidad de llevarlo a cabo, de materializarlo, de vivirlo con intensidad y positividad.

Desde aquí, quiero que vuestro año nuevo sea estupendo, pleno y rebosante de felicidad: traiga paz, amor, estabilidad, armonía, consuelo, amistad, trabajo, prosperidad, salud y todo lo que deseéis añadir a la lista.

Propongo un brindis, por nosotros, por la vida, por lo nuevo que empieza, por la amistad y la alegría. Feliz Año Nuevo.

He dejado unos bombones, más que nada para acompañar a la copa de champán. Tienen una pinta estupenda y tiene que saber de maravilla. Disfrutad y sed muy felices.

Nos vemos en nada....



Las fotos están sacadas de internet y no tienen copyright.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Prisas, Santo Tomás y Navidad

Son días de locura, de prisas, de ir corriendo de un lado para otro. Se nota que la Navidad está ya aquí mismo.

El sábado fui a Correos a recoger una carta. Tuve que sacar un ticket, tenía el número 26. Miré la pantalla y marcaba el 3. Después esperar una media hora larga, vi mi número y acudí a la ventanilla. Mientras firmaba la recogida de la carta, estaban atendiendo a otra persona. ¿Locura, prisas?

Fui al supermercado a una hora en la que relativamente no suele haber mucha gente. Esta vez me equivoqué. Todas las cajas tenían colas largas, carros llenos. Vi caras de impaciencia, gestos de prisa; unos miraban al reloj, viendo que pasaba el tiempo y la cola seguía en el mismo sitio; un padre reñía a un niño que quería coger unos caramelos sin su permiso; a una señora mayor se le había olvidado pesar las mandarinas y la cajera tuvo que hacerlo. Nuevas miradas perdidas, unos miraban a la pared; otros a las vitrinas de las pilas; vuelta a poner los ojos en el reloj, soplos y resoplidos. El catarro ya había empezado a hacer estragos en mi y apenas podía pensar. Sólo sentía que allí hacía calorcito y se estaba bien.

Salí después de comer, prontito. Quería ir a un par de tiendas en busca de los últimos regalos de Navidad. Fue algo rápido. Según salía de las tiendas, entraba la gente. Pensé que había tenido mucha suerte. La cabeza empezaba a dolerme y decidí volver a casa.

El cielo estaba azul, había unas nubes de color rojo. El semáforo estaba en rojo. Miré el reloj del Buen Pastor, marcaba las 17.45 e inmediatamente sonaron las campanas indicándolo. Volví a mirar al cielo y el tono rojizo era ya violeta. A mi derecha la luna estaba brillando a través de unas nubes, a la izquierda el cielo seguía siendo azul.

Crucé los jardines que rodean a la catedral. Niños jugando, turistas sacando fotos, grupos de personas que iban en la dirección opuesta a la mía. Iba contracorriente. Me detuve en la Feria de Artesanía de Navidad. Entré, miré los puestos. Estaban los de casi todos los años y vi dos distintos. Nada llamó mi atención, salvo un anillo que era demasiado pequeño para mi dedo anular. Salí, el cielo tenía un tono azul oscuro.

Retomé mi camino. Seguía caminando contracorriente. Es divertido. Ellos van y tú vuelves. Personas abrigadas, alguno sólo llevaba la camiseta del equipo de fútbol de la ciudad. Pienso que es un valiente, yo estoy helada. Continuo mi camino. Miro de nuevo hacia arriba, el cielo está estrellado. He llegado al termómetro que está cerca de mi casa. Marca 5 grados y las 18.15. Cruzo la calle y llego al portal.

Mañana 21 de diciembre se celebra Santo Tomás, día que marca el comienzo de las fiestas y que terminarán dentro de un mes, el día 20 de enero con San Sebastián. En Santo Tomás, visita obligada a los animales que se exponen; a los puestos de verduras, hortalizas y frutas; a los puestos de artesanía; ver a la cerda que se sortea... La comida del día es bocadillo o talo, torta de maíz, con chistorra, queso y las innovaciones de los últimos años, con chocolate.

Mañana habrá que hacer cola para comer talo, para comprar sidra para beber, para coger unas rosquillas de postre. Pero mañana no importa, es Santo Tomás, parece que la temperatura empieza a subir; el olor y sabor de la chistorra lo impregnarán todo; salvo los pequeños contratiempos, la paciencia será mayor, habrá más sonrisas en los rostros; me cruzaré con personas vestidas de caseras... El campo entra en la ciudad y la Navidad está a la vuelta de la esquina.


Os deseo a todos una Feliz Navidad. Espero que paséis unas fiestas estupendas llenas de armonía, tranquilidad y paz; y que se han realidad todos vuestros sueños.


La foto de es de un cuadro mío que se llama Cuadrados.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Un poco de música

Hace tiempo que no hay música en el blog. Así que esta vez hablaré de un grupo de rock alemán que se llama The Baseballs. Hacen versiones tipo rockabilly de canciones actuales y de rock.

El primer video es una versión de una canción de Robbie Williams, Angels. Me gusta mucho Williams pero la versión de estos chicos me ha encantado.





Se atreven con todo, aquí versionan a Rihanna y su Umbrella. Merece la pena escucharles.





Espero que os guste y os sorprenda tanto como a mi.


La foto está sacada de internet y no tiene copyright. Es del grupo The Baseballs.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Gente luchadora y positiva

No todas las consultas de tarot o de mediumnidad son iguales. Cada sesión es diferente aunque sea con las mismas personas.

De las consultas que he tenido esta semana, quiero destacar una. De vez en cuando, me suelen llamar de un lugar para que acuda a hacer lecturas y este sábado fui allí. Llegué puntual, y la persona ya estaba esperándome. Nada más verme, me dijo que me había oído cuando me llamaron para concertar la cita y había notado mi energía. Le pregunté qué le había parecido y me comentó que había sentido un cosquilleo. Pensé que es agradable recibir información.

Comenzamos la consulta. Tenía una vida muy complicada, difícil, de lucha constante y múltiples pruebas de las que había salido vencedora; tres veces al borde de la muerte por malos tratos de su ex; una problemática familiar de alcoholismo, estaba sufriendo chantaje emocional.....

Me admiraba su manera de actuar ante tanto obstáculo. Ella repetía constantemente, no quiero que vuelva mi pasado. Su deseo de no querer repetir una o varias experiencias y sobre todo, el haber asumido y entendido que debía cambiar su manera de actuar, había logrado que su vida diera un giro radical, atrayendo situaciones más favorables.

Se emocionó mucho con la información que le dieron las cartas. Sentí que junto a ella, había un familiar que quería darle un mensaje. Se hizo presente y se colocó delante mio. Seguí con la consulta pero este ser necesitaba dar su mensaje y reclamaba más atención. Al final, le pregunté a la chica si quería recibir información de este familiar. Su respuesta fue afirmativa. Así que canalicé e hice de médium.

Le dio detalles concretos sobre un objeto, una caja, en la que guardaba sus recuerdos más preciados; y otros más espirituales. No se quién de las dos estaba más emocionada. Ella lloraba y yo sentía la energía de su bisabuelo que le daba ánimos, fuerza e indicaciones sobre que postura era más conveniente que adoptara ante una decisión que tenía que tomar de manera inmediata. Coincidían ambos en la misma respuesta, pero le faltaban fuerzas para llevarlo a cabo. Su bisabuelo le recordó que no estaba sola nunca, ni en los momentos más angustiosos de su vida. Después de un ratito, desapareció y continuamos la consulta de tarot.

Me gustó conocer a una persona positiva y luchadora. Personas como ella, me llevan a pensar cómo vivo mi vida, cómo reacciono y cómo debo mejorar para avanzar. Sigo aprendiendo a diario y soy muy afortunada por todo ello.

Son muchos años los que llevo trabajando en este mundo y cada día me sorprendo más. La sincronicidad, la causalidad, los hilos que mueve el destino para que cada uno de nosotros reciba la información que necesitamos, aunque aparentemente invisibles se vuelven claros cuando tomas cierta perspectiva. Vivir este mundo es maravilloso, ayudar a los demás y a la vez, aprender día a día, es muy enriquecedor.


La foto de la imagen es de un mandala mio. Está pintado con la técnica de pastel.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Los Seres de Luz

Si os apetece continuar leyendo sobre la comunicación con los seres queridos ya fallecidos, la mediumnidad, etc., os invito a conocer otro blog mío, que trata de estos temas. Se llama, Comunicación entre dos mundos, vida y muerte.

Hace unos días Azahara preguntaba quiénes eran los Seres de Luz.

Todos somos seres de luz. Pertenecemos a la Luz, al Amor y como tales, tenemos una energía vibracional, unos más elevada que otros. La nuestra, la de los seres humanos, tiende a ser de menor vibración y generalmente, no nos referimos a nosotros como seres de luz.

¿Cómo podemos identificar la energía? Sientiéndola a través del corazón. No con los ojos físicos. Hay veces que al estar con otras personas sentimos bienestar sin que haya ocurrido nada extraordinario; otras en cambio, es al revés, saludamos a alguien y al momento, sentimos un cansancio. Unos nos aportan energía positiva, y otros, la quitan de manera inconsciente. Todos intercambiamos energía.

Llamamos Seres de Luz a las entidades que tienen una vibración energética elevada. Su misión es la de enseñarnos, guiarnos, brindarnos información y, ayudarnos a crecer a nivel espiritual, evolutivo y personal.

Podemos llamarles ángeles, arcángeles, entidades cósmicas, energías celestiales, etc. Su presencia es constante en nuestra vida.

A veces se presentan como energía, como una luz brillante, grande, limpia, pura, de una claridad muy especial. Otras, su presencia tiene un aspecto más físico. Es fácil reconocerles, se perciben con mucha nitidez.

Podemos ponernos en contacto con ellos a través de la meditación, de la oración, de seres que hacen de intermediarios entre ellos y nosotros. Sus mensajes suelen estar orientados a mejorar nuestra vida, a superar nuestros miedos y angustias, a vivir con y desde el Amor.

Pienso que hay seres de luz viviendo entre nosotros. Hay seres que siendo anónimos o conocidos, actúan ayudando a los demás, consiguiendo que nuestra vida cambie positivamente, se transforme, haciendo de nosotros mejores personas.

Los Seres de Luz siempre están con nosotros. Acudamos a ellos, nos sorprenderán.



La foto es de un mandala mío llamado Luz.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Las Runas, adivinación y trabajo interior

Hace ya algún tiempo quería hablar de las Runas y de todo el trabajo que podemos realizar con ellas.

Las Runas son los símbolos, letras, que componen el alfabeto que solían utilizar los antiguos pueblos nórdicos y más tarde germánicos. En esta lengua, se escribieron los Eddas, las sagas, se transmitió su cultura. También se empleó como medio de adivinación, en la preparación de rituales, para fabricar talismanes, etc.

Como instrumento de adivinación se componen de 24 o 25 signos si incluimos, una runa relativamente nueva en su uso, la de Odín o blanca. La mayoría de las veces, las encontraremos escritas en piedras, pero también se utilizan en cartas como las de tarot.

Llevo utilizando las runas desde hace más de trece años, sobre todo, como trabajo interior. Es fácil conectar con ellas a todos los niveles, es una maravilla. Son directas, rápidas, dan mucha información.

Si las comparamos con el Tarot en cuanto adivinación, hay una gran diferencia. El Tarot es más flexible, puedas avanzar más con él, buscar soluciones por otros caminos, permite situarte en distintas situaciones, es más abierto. Con las runas no. La información que dan es la que es, la tomas o la dejas.
Quizá como técnica es más sencilla que el Tarot. Son menos símbolos, más concretos y sin tantas puertas abiertas. La información que transmiten es sencilla y directa.

Como trabajo personal, me parecen una maravilla. Cuando comencé a trabajar con ellas, lo hice de manera intuitiva. Sin pararme mucho a investigar su procedencia, y toda la información que acumulan, tanto a nivel mitológico como cultural. Me resultó algo complicada su visión cosmológica y del universo, o de los multiversos, tan distinta de la nuestra. A pesar de ello, la conexión se establece, de la misma manera que con el Tarot.

Durante muchos años, cada noche, cogía una runa y trabajaba con ella. Me dejaba llevar y fluir. Más tarde, encontré un libro maravilloso, Futhark, manual de magia Runa, de Edred Thorsson. Es una guía básica del mundo de las runas. En él se habla de la mitología, de los símbolos, de su procedencia y relación, de la literatura, e inclusive de la realización de talismanes. Junto a la descripción de cada runa, aparece una especie de mantras o ejercicios que podemos realizar con ellas.

El aspecto que más he trabajado es el de la conexión con cada runa, su significado y cómo aplicarlo a mi, como camino de crecimiento y evolución personal. En mi caso, debo decir, que mueven una energía muy potente y llegando a mostrar su información de manera inmediata, abriendo canales, conectando con el yo más dormido, que me permitieron y continúan en ello, avanzar más en mi camino intuitivo y espiritual.


Se puede utilizar a la vez el Tarot y las runas. Conozco a una persona que las usa en consulta. Realiza la misma pregunta a las cartas del Tarot y a las runas, componiendo la respuesta, una tirada con ambos elementos.

Para trabajar en consulta, prefiero el Tarot, porque da una visión más completa, más abierta, más flexible; en definitiva, más rica que las runas. Me pasa lo mismo con todos los oráculos, necesito más información de la que dan. Cada uno que experimente, trabaje y decida qué prefiere usar.

Cuando uso las runas para contestar a alguna pregunta, suelo hacer tiradas bastante sencillas. Saco tres runas y las coloco en fila. La primera sería el pasado, la segunda el presente y la tercera el futuro.

Si a alguien la apetece trabajar con ellas, le animaría a que lo hiciera, que no tenga miedo por ser un medio distinto al nuestro. Obtendrá muchas satisfacciones. Y un consejo, si es para trabajar para uno mismo, las piedras están muy bien, pero si es como método adivinatorio, utilizaría las runas en cartas; la razón, es evidente, el peso. Son más ligeras. Las piedras pesan bastantes.


La foto de la imagen es de la runa Uruz en carta que he escaneado de The Rune Oracle. En la parte superior de la carta, está el símbolo de Uruz, en medio su representación y abajo, su nombre.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Cómo elegir una baraja de Tarot

Carmen, ha dejado unas preguntas interesantes en el correo del blog. Comentaba que quería comprar una baraja de tarot, había visto varias pero no sabía cuál elegir. También, preguntaba qué debía hacer una vez comprada una baraja, cómo comenzar a usarlo. Carta de la izquierda, II La Sacerdotisa de Crowley.

¿Qué baraja comprar? Aquella que nos llame la atención, la que al mirarla nos diga algo aunque no sepamos qué es. Esa que después de observar varias, nuestros ojos se dirigen de nuevo a ella.

Cuando doy cursos de Tarot, suelo utilizar las cartas de Rider-Waite. Me parecen bastante sencillas en cuanto al dibujo. Son claras, directas. Recuerdo que en el último curso que di, todos teníamos diferentes barajas. Fue divertido porque aunque el significado es el mismo en todas ellas, se pueden ver pequeños matices que diferencian unas de otras y para aprender fue fantástico. Carta de la derecha, II la Papisa de Rider-Waite.

Una vez que tenemos la baraja que hemos elegido, se pueden hacer varias cosas. Empezaría por lo principal, si es la primera vez que tenemos esa baraja, tocarla mucho. Tomar cada carta en las manos, observando cómo es, los detalles, el color, las imágenes. Según que carta sea notaremos diferentes cosas, más o menos atracción, más comodidad, etc. Si hemos comprado una baraja que ya conocemos, haremos lo mismo.

Es conveniente coger las cartas de una en una, porque de esta manera le daremos nuestra energía. Establecemos el contacto con la que va a ser nuestra herramienta de trabajo.

Una vez que ya hemos visto todas, las suelo separar en dos grupos, los Arcanos mayores, 22 cartas, y los menores, 56. Suelo detenerme con más detalle en los mayores. Cojo las 22 cartas y hago preguntas como por ejemplo: ¿qué carta me representa?, ¿cómo me veis?, ¿cómo os sentís conmigo?, ¿cómo va a ser nuestra relación?, etc. De esta manera, ya hemos empezado a trabajar con ellas. La comunicación ya ha sido establecida. Carta de la izquierda, II la Suma Sacerdotisa de New Palladini.

Si no conocéis el significado de las cartas, también podéis hacer preguntas. Lo importante es que comenzamos a sentir que tienen vida, que hablan, aunque no entendamos aún lo que nos quieren decir.

Después de trabajar con ellas, barajándolas, tocándolas; y queramos guardarlas, podemos hacerlo dejándolas en la caja en la que venían. Otra opción, es guardarlas en una bolsita. Lo que os resulte más cómodo. Normalmente suelo utilizar bolsas de tela de distintos colores. Carta de la derecha, II la Suma Sacerdotisa o Papisa de Gipsy Tarot Tsigane.

Algo que suelo hacer al finalizar una consulta o tras tocarlas, es agradecer su comunicación y la información que han dado.

Estos pasos serían básicos pero cada uno debe hacer lo que sienta. Con el tarot hay que fluir, dejarse llevar por la intuición, escuchar lo que os dice y acertaréis. Carta de la izquierda, II la Suma Sacerdotisa de Golden Dawn.


He escaneado un mismo arcano mayor, II la Papisa, pero cada una de ellas pertenece a distintas barajas. Tienen el mismo significado pero están representadas de manera distinta. Algunas están bastante gastadas y han perdido algo de color, pero es lo que tiene trabajar con ellas.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

El mundo de los sueños

Me encanta soñar. Cuando me acuesto, nunca se qué voy a soñar. Me dejo llevar y casi siempre vivo unas experiencias maravillosas.

Aconsejan que al despertarnos apuntemos en un cuaderno lo que soñamos. De esta manera, iremos viendo si se cumplen, qué símbolos se repiten y su significado. Varias veces lo he intentado. He cogido un cuaderno grande y he comenzado a apuntar todo lo que recordaba. Al final, he acabado por no hacerlo. ¿Falta de disciplina? No, falta de tiempo. Normalmente suelo recordar tres, cuatro o cinco sueños que he tenido y con bastante detalle. Colores, personas, casas, caminos, conversaciones.....

Lo dejé después de pasarme más de dos horas escribiendo lo que recordaba. Alguna vez me he arrepentido de no hacerlo. No he podido comprobar detalles, o la fecha en que lo soñé y se cumplió.


Me dado cuenta que se puede averiguar qué significado tienen cierto sueños repetitivos. Se trata de observar y analizar, y ser lo más objetivos posible con nosotros mismos.

Durante cierto tiempo se repetían determinados sueños varias noches seguidas. Soñaba que tenía exámenes de matemáticas. Unas veces me faltaban los apuntes, otras no había estudiado lo suficiente.... Eran angustioso. En mitad del sueño, me decía a mi misma, "si has terminado una carrera, eso significa que lo has aprobado". Me quedaba tranquila y el día siguiente otra vez igual.

Finalmente me di cuenta que el examen de matemáticas, representaba una época difícil que estaba pasando. Una época de pruebas. Había que tomar decisiones y no era algo fácil. A partir de ese momento, cada vez que soñaba con matemáticas, automáticamente decía, observa qué pasa a tu alrededor. Tal vez estos sueños sean del tipo en los que la mente intenta resolver los conflictos del día a día.


Otras veces sueño con personas que me hablan, me cuentan cosas, me dan información, me dan clases. La información puede que sea importante o no. Hace unos cuantos años, el equipo de futbol de mi ciudad estaba a punto de bajar de categoría y una noche alguien me dijo que la Real, el Oviedo y el Recreativo de Huelva se mantendrían en la categoría. Me desperté alucinada. Pensé que tontería más grande, estoy obsesionada. Lo comenté en una comida familiar, como un chascarrillo. Lástima que no hubiera apostada nada, me habría hecho millonaria. Efectivamente, fueron esos equipos los que mantuvieron la categoría. Una pena que no me hayan dado todavía los números de la lotería. Y eso que lo pido, pero nada.

De hoy recuerdo varios sueños. Tres de ellos tienen una cosa en común, mis pies. En el primero estaba sentada con una amiga mía y me decía, "te veo desnudos los pies". Los miraba y llevaba sandalias de color turquesa. El resto de mi ropa era de abrigo.

En el segundo, iba caminando por la calle descalza, veía la forma hexagonal de los adoquines y doblaba los pies porque me hacían daño. Aunque a la vez pensaba, la calle no está muy sucia, así que no te mancharás mucho.

En el tercero, estaba en un parque. También descalza. En una zona había piedras que al pisarlas hacían daño, pero inmediatamente me he dado cuenta, que había un caminito de tierra al lado, por el que poder andar sin sentir dolor. Es lo que he hecho.


Aún no se el significado concreto pero creo que tiene que ver con encontrar un camino o una vía en mi vida en la que me sienta cómoda, quizá encontrar un camino paralelo. Habrá que seguir investigando.

He soñado más cosas pero no quiero aburriros más.

También en los sueños, podemos hablar con nuestros seres queridos que ya han partido. A veces eligen este mundo para comunicarse, para mostrarnos cómo se encuentran, o decirnos algo que les apetece. Saben que en los sueños todo es posible, y no nos asustaremos si les vemos.

Para el final, he dejado los viajes astrales. Nuestra alma viaja a lugares diferentes, se encuentra con personas lejanas, hablas idiomas desconocidos, aprende y puede estudiar, etc. ¿Cómo los distinguimos? Cuando al despertamos tenemos la sensación de lo que hemos soñado no era un sueño, sino algo real. Aunque tu mente te dice era un sueño, algo en tu interior dice, no. Revisa, hay información. Todos viajamos, aunque no lo solemos recordar.


La foto de la imagen es de un cuadro mio que se llama Sueños.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Dos canalizaciones y varios mensajes

Esta semana un conocido me llamó para decirme que dos amigas suyas querían estar conmigo en consulta. Una quería que le leyera las cartas del Tarot y otra quería una canalización.

La canalización mueve y remueve muchas historias, muchos recuerdos. Hay problemas que no se han resuelto, preguntas que no se han podido hacer, palabras que no pudieron decirse, sentimientos encontrados, etc.

En este caso, una mujer conectó con un hermano que había fallecido siendo niño. Al describir cómo era el niño, los ojos se humedecieron, y al darle su mensaje, las lágrimas resbalaban por su cara. La conexión entre ambos había sido muy especial. Él había permanecido a su lado siempre, cuidándole, velándole. Ella, decía, que había sentido su presencia muchas veces, y que solía hablarle aunque pensaba que no le escuchaba, pero que ahora gracias a lo que él le contó, sabía que le escuchaba, que era algo real.

No fue el único que se presentó. También lo hicieron unos abuelos que le enviaron unos mensajes muy amorosos.

Tras terminar la canalización, me dijo que se sentía llena de paz y de alegría. Su hermano favorito estaba con ella, y de algún modo, seguía teniendo conexión y comunicación con él. Estaba feliz.

La semana pasada, vino a la consulta una persona, también para una canalización. Quería comunicarse con su marido que había fallecido de manera repentina hacía ya unos años. Primero se presentaron unos seres de luz que le dieron varios mensajes. Un poco más tarde, apareció su marido pero permanecía en segundo plano. Parecía que le daba vergüenza hablar con ella. Por fin se animó, le habló de una situación muy dura que habían vivido antes de morir él y que por desgracia no había podido solucionarse. Entre otras cosas, le comentó que ella había actuado correctamente, que no debía culparse por lo sucedido y que debía rehacer su vida.

Me confesó que había venido muy nerviosa. No sabía qué iba a encontrarse, no sabía muy bien qué iba a ocurrir. Se sorprendió porque describí tal y como era su marido y el dolor que sentía en una zona de su cuerpo. Reconoció sus palabras y su forma de expresarse. Pero a pesar de ello, me preguntaba, ¿es real lo que hemos vivido? Mi respuesta, fue si. Le dije que ella conocía la respuesta, estaba en su corazón.

Se fue tranquila, la cara le brillaba y su mirada era de mucha paz. Me llamó a los dos días, me dijo que desde que había estado en la consulta, algo había cambiado en ella. Sentía que se había quitado un peso de encima, respiraba de otra manera, había estado pensando en los mensajes que le había dado su marido. Se había dado cuenta que él tenía razón y eso le había hecho estar más tranquila y relajada. Le recordé su pregunta, y le dije que ahí tenía la respuesta a la pregunta que me había hecho.

Me gusta mi trabajo, ser enlace entre dos mundos, poder ayudar a las personas a aliviar en parte su dolor y pena, poder resolver situaciones inconclusas... Soy una espectadora de lujo, veo la transformación que viven las personas y normalmente aprendo algo nuevo.

Siempre me sorprende ver las caras de las personas después de una canalización. Suelen brillar, estar luminosas, irradian paz y tranquilidad. Cuando se lo comento no son conscientes hasta que al mirarse en un espejo ven la diferencia.

Hay algo que siempre permanece igual, ya sea una situación fácil o dolorosa, y es que el Amor está presente y nos rodea. Lo he comprobado y eso me maravilla.


La imagen de la foto es un mandala mío que se llama Unión.


domingo, 7 de noviembre de 2010

Historias entrelazadas y el destino

Esta semana he estado escaneando unas fotos antiguas que mi madre quería enviar a unos familiares. Ha sido divertido poder conocer y poner nombre a varias personas. Ha sido como entrar en el túnel del tiempo, haciendo que el pasado sea más presente que nunca.

Todas las fotos tiene su historia pero una de ella me llamó la atención por varios motivos, el principal, sin sus personajes no estaría hoy aquí, vivita y coleando.

Todo comenzó con una amistad, un muerto y el destino. Durante la guerra civil mi abuelo materno hizo muy buena amistad con un hombre encantador que por desgracia falleció durante la contienda. Debido a su gran amistad acompañó el traslado del cuerpo a la ciudad donde vivía. Allí conoció a su viuda y a una amiga suya.

Las guerras son tremendas, duras, injustas, crueles pero hay veces que surge lo desconocido en el momento más insospechado. La muerte de un amigo, hizo que dos personas que no se conocían y que vivían en dos puntos geográficos alejados por cientos de kilómetros, comenzaran a cartearse, más tarde se hicieran novios y al final se casaran. Son mis abuelos maternos.

¿Fue el destino el que les unió o ya estaba preparado todo de antemano? Su amigo actuó de cupido sin saberlo. En este caso, el destino facilita el encuentro entre dos personas que están predestinadas a conocerse, hace que se encuentren en el mismo lugar y a la misma hora. De ellos dependerá dar unos pasos hacia delante o quedarse tal y como estaban antes. Destino sí, libre albedrío también. Quizá no esté todo en nuestras manos, pero al menos nos queda el poder decidir qué hacer.

Desde fuera, al conocer esta historia, nuevamente he vuelto a pensar que todos somos una especie de marionetas, en el sentido más positivo del término, cuyos hilos mueve la diosa fortuna. Todo está relacionado de una manera u otra, aunque no seamos capaces de verlo, podemos sentir su presencia y sus resultados. La frase "efecto mariposa" está más viva que nunca.

¿Casualidad o causalidad? Me quedo con la última, siempre hay una razón para todo, aunque a veces cueste verlo.


La foto es de mi madre, en ella aparecen mis abuelos maternos, los de la izquierda y una amiga. Lo que son las cosas, acabo de encontrar gracias a un primo de mi madre, una foto de mis abuelos en la que se les ve mejor.

martes, 2 de noviembre de 2010

La vida y las señales del camino

Muchas veces vamos despistados por la vida y nos perdemos las señales que nos envía; otras en cambio, las vemos al momento.

Hace unos días, tuve una consulta en un sitio que no es el que utilizo habitualmente. Me dejaron las llaves y le cité a la persona delante del portal.

Llegó puntual, a las siete y media, subimos las escaleras y accedimos sin problemas a un piso que está dividido en varias oficinas. Metí la llave en la cerradura, entramos y nos acomodamos.

La persona que venía a consultar, tenía dos ideas fijas en la mente. Una, la vida estaba contra ella, todo le salía mal; y dos, quería saber a toda costa que decisión iba a tomar un hijo suyo ante una situación que ella consideraba un problema.

Las cartas, plantearon la situación de manera directa. Lo que ella veía y vivía como negativo, las cartas consideraban una gran oportunidad de aprendizaje. Una especie de trampolín de crecimiento. Y lo más importante, ante su angustia por la decisión que iba a tomar su hijo, lo dejaban claro; su postura debía ser la de permanecer a su lado, apoyándole en todo momento fuera la que fuese la decisión adoptada.

No estaba de acuerdo, dijo que no, que no era así, que las cartas no le estaban respondiendo. Le comenté que si le estaban haciendo y con claridad. Otra cosa distinta era que fuera lo que ella quería oír. Poco a poco, y tras hacer varias preguntas más fue entendiendo la actitud que le recomendaban que tomara fluir, liberarse, dejar de angustiarse y vivir con alegría. Debía dejar a un lado la tristeza. Era una pérdida de energía y vitalidad para ella, y sobre todo, la decisión no era suya, y estaba viviendo todo el proceso en primera persona cuando era un espectador, eso si, de primera fila.

Terminó la consulta con una sonrisa y mientras nos cogíamos los bolsos dijo que la vida puede cambiar en un segundo. Frase premonitoria, prueba que vivimos de manera inmediata.

Cerré la puerta de la oficina y al ir a abrir la que comunicaba el piso con las escaleras de la casa, no se abría. Entraba la llave pero no giraba. Lo probé varias veces y ella también.

En ese momento, su angustia volvió de nuevo, sus pensamientos negativos salieron a relucir, decía, todo lo malo me pasa a mi. Le miré sonriente y le dije, estamos las dos, la situación es para ambas, si es algo negativo es compartido y no lo veo así. Eran las nueve de la noche. No teníamos llave para salir y ella tenía que coger un tren a las 9.40, era el último que tenía para volver a casa.

Recordé la frase, la vida puede cambiar en un segundo. Pensé que había una razón para todo ello. Quizá que debía ser más positiva ante las situaciones complicadas. Tampoco le dí más vueltas, todavía seguía ideando cómo salir de ahí.

Pensé, llamo a la persona que me dió las llaves y que nos diga qué pasa y cómo solucionarlo. Encendí el móvil, apenas había una rayita de cobertura y por momentos se perdía. Aparentemente todo seguía en contra nuestra. Después de insistir varias veces, di con la persona que me comentó que habían cambiado la cerradura y había una nueva llave. Llamó a un familiar, y le dio la llave para que viniera a buscarnos.

Mientras tanto, la mujer seguía muy nerviosa. Miraba todo el rato el reloj. Entendía su situación, pensé que tal vez podía ayudarle a pasar el rato relajándose. Le sugerí darle Reiki mientras esperábamos. Ya que estábamos allí, pensé mejor aprovechar el tiempo. Accedió, y a las nueve y media, abrieron la puerta.

No sólo cogió el tren a su hora, sino que además le llevaron a la estación en coche. Toda la angustia que había pasado en ese tiempo no había servido para nada, incluso todo se solucionó mejor de lo previsto en un momento.

Llegué a casa y al rato me di cuenta, que la situación había sido para las dos. Dos visiones distintas de un mismo hecho. Mi actitud fue la de ayudarle a pasar el tiempo y darle ánimo. Lo conseguí, pero la frase también tenía un significado para mi y no me había dado.

En mi vida, al menos hasta el día de hoy, siempre se han solucionado mis problemas o situaciones complicadas en el último instante. Y no exagero. Da igual que me ponga a resolverlo desde el mismo momento en que se genera o me entero. Siempre al límite, bordeando el precipicio, quedándome casi sin fuerzas y cuando ya no se puede resolver, se soluciona todo. Así que me dije, estate atenta a las señales, porque también son para ti. Y quién sabe si esta vez, aunque se resuelva todo en el último momento, haya un regalo, un plus que no has previsto. La vida pueda cambiar en un segundo.


La foto es de un cuadro mío, un acrílico, se llama Vida.

martes, 26 de octubre de 2010

Los guías, nuestros acompañantes

Si os apetece continuar leyendo sobre la comunicación con los seres queridos ya fallecidos, la mediumnidad, etc., os invito a conocer otro blog mío, que trata de estos temas. Se llama, Comunicación entre dos mundos, vida y muerte.

Hace unos días, estando en consulta, una persona me preguntó si podía saber quiénes eran sus ángeles de la guarda. Mi respuesta fue sencilla, si, si se dejan ver.

Da igual si les llamamos amigos invisibles, ángeles de la guarda, guías, etc., pues su misión es similar, ayudarnos y velar por nosotros. No siempre son familiares que ya han partido, pueden estar a nuestro lado seres que sienten una afinidad especial por nosotros, por compartir unas mismas metas, proyectos, por vivir situaciones similares, etc.

Podré un ejemplo. Aunque puedo ver a mis guías, prefiero que sea otra persona quién me hable de ellos. Durante los años que estuve trabajando en la Feria de Esoterismo de San Sebastián, acudía a Joyce Morgan, tras su muerte continuó su trabajo Sergio Gozzi. Pedía un objeto personal, un reloj, un anillo... Lo tocaba y al momento su mano empezaba a moverse. Comenzaba por una ceja hasta que aparecían el resto de los rasgos de una cara, era el retrato del guía que estaba en ese momento. Siempre me sorprendió que un año estaba un familiar distinto y al siguiente era otra persona, una monja, un médico chino, un indio americano...

Hay veces que un mismo ser permanece toda su vida con nosotros. Según vamos creciendo y evolucionando, también lo hacen nuestras necesidades. En estos casos, es cuando nos acompañan otras energías, otros seres, que aportan la fuerza, la sabiduría y el consejo que necesitamos. Además de ancestros, seres queridos y familiares, también pueden estar seres de luz.

Estos seres se comunican con nosotros. Normalmente para que podamos entenderles, escogen la forma más sencilla, los sueños. En otras ocasiones, podemos oír una voz interior, oler un aroma, ver que un objeto cambia de lugar de manera inexplicable, sentir una caricia invisible y sobre todo, podemos tener la certeza de que aunque no podemos explicar qué pasa, en el fondo conocemos qué ocurre. Solemos pensar, si lo cuento me van a tomar por loca. Pero pasar, pasa. Y otras veces, acuden a personas que como yo, podemos conectar con ellos.

Los mensajes que nos transmiten son variados, de ánimo, tranquilidad, amor, perdón, ayuda, espirituales...

Este fin de semana, estarán un poco más presentes. Habrá quien acuda a los cementerios para visitarles. Tendemos a pensar que estarán allí, pero habitualmente están junto a nosotros en casa, en el trabajo, en la calle. Nos comunicamos con ellos a través del corazón y al escucharnos acuden de manera inmediata en nuestra ayuda. El tiempo y el espacio no existe para ellos de la misma manera que para nosotros.

No llevaré flores a ninguna tumba. Haré lo que hago todos los días. Dedicaré un tiempo a mandarles mucho amor, paz y luz. Les pediré que me ayuden a guiar mis pasos, les mandaré mi agradecimiento por estar junto a mi, por ayudarme a seguir caminando y aprendiendo. Y al final, les daré un beso gigantesco.


Desconozco quién es el autor de la foto. No tiene copyright.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Acercamiento al Tarot

El Tarot es una herramienta que nos ayuda en nuestro camino, ya sea porque muestra las distintas opciones que tenemos ante un hecho o posibilidad, o porque marca las pautas para conocernos más y mejor a nosotros mismos.

Se compone de 78 cartas divididas en dos grupos, los Arcanos Mayores que son 22 y 56 los Arcanos Menores.

Los Arcanos Mayores, nos dan la información más importante. Inclusive podemos utilizar sólo estos arcanos en nuestras tiradas. Los Arcanos Menores, están divididos en cuatro palos, oros, copas, bastos y espadas. Cada uno de ellos tiene su significado y la información que muestran es más concreta y matizan a los Arcanos Mayores.

El trabajo que se puede hacer utilizando el Tarot va desde la adivinación, el autoconocimiento, el crecimiento personal, la meditación, la visualización, etc. Todo en uno. Depende de cada uno de nosotros cómo usemos esta maravillosa herramienta.

El Tarot es un medio, una ayuda, no es un dogma de fe. Somos seres libres que tomamos nuestras propias decisiones, son nuestros aciertos y nuestros errores. El Tarot acompaña, aconseja, pero no decide jamás por nosotros. Nunca. La responsabilidad es nuestra.

La actitud al acercarnos al Tarot ha de ser abierta, de respeto y sincera. Cuanto más relajados estemos y sobre todo, cuanto más concretos seamos a la hora de formular las preguntas, más información recibiremos.

El Tarot siempre responde a lo que necesitamos saber y no a lo que queremos saber, aunque la mayoría de las veces ambas coinciden. En ocasiones, las cartas no responden, no dan información. Esto puede deberse a varios factores, entre ellos, destacaría que no necesitamos saber qué pasa en ese momento, en esa situación y que tal vez, hemos realizado varias la misma pregunta. La respuesta válida es generalmente la primera, aunque no nos guste escuchar lo que nos dice.

Por último, me gustaría dejar claro que el Tarot no sirve para cotillear sobre la vida de los demás.

Existen muchos tipos de barajas de Tarot. Me gustan las que tienen mucho color, porque tienen más ritmo y movimiento. Si alguno quiere comprar una baraja, le aconsejaría que mirara antes las cartas, que viera que sensación le producen. No todos vibramos con las mismas imágenes aunque el significado es el mismo en todas.

En internet hay varias páginas donde se pueden ver distintas barajas de Tarot y lo que más me gusta, es que muestran varios arcanos mayores y alguno menor. Así podemos hacernos una idea de cómo es antes de comprarlo.

Unas de las barajas más sencillas para comenzar a trabajar con el tarot, serían la de Rider Waite y la de Marsella. Personalmente, me quedo con Rider Waite. La de Marsella me parece pesada. Normalmente, suelo utilizar la de Crowley, la de la Golden Dawn o un tarot que hice yo, con mis símbolos y mi lenguaje. También me gustan mucho otras como son Legacy, el Tarot Mítico, el Renacimiento, etc.

Después de tener las cartas en la mano, tocadlas mucho, dadles vuestra energía, habladles y veréis los resultados. Ya me contaréis.


La foto es la de carta XIV Arte, de la baraja de Crowley. Es una imagen escaneada de mis cartas.

lunes, 18 de octubre de 2010

Música celta y bretona

Hoy es uno de esos días en que la música amansa a las fieras. Pero no vale cualquiera, toca escuchar a Alan Stivell y a Tri Yann. Ambas formaciones son celtas con un estilo folk rock.

Les conocí hace unos diez años o más, gracias a un zapping de la tele, quedándome enganchada al sonido del arpa de Stivell y después a la actuación de Tri Yann.
Alan Stivell, tocando Brian Boru.






Esta otra es Tri Martolod. La cantan Alan Stivell, Tri Yann, Dan ar Braz entre otros.




Tri Yann, me gustó por su frescura, cierta locura y alegría. Aquí dejo una muestra de una de sus actuaciones, Franzozig.





Con vuestro permiso voy a seguir escuchando música. Espero que os guste y disfrutéis con ellos.


Los vídeos son de Youtube y la foto del triskel no tiene copyright.

martes, 12 de octubre de 2010

La muerte, el suicidio y la Luz

Si queréis seguir leyendo más sobre éste tema, os invito a leer otro blog mío dedicado a la mediumnidad, a la comunicación con los seres queridos ya fallecidos, se llama Comunicación entre dos mundo, vida y muerte.

Natalia me preguntaba en un correo entre otras cuestiones, si las personas que se han suicidado se quedan en el limbo en una especie de bucle temporal o por el contrario avanzan y continuan su camino.

La muerte, es ese tránsito inevitable por el que todos debemos pasar antes o después. Voy a hablar desde mi experiencia, al margen de la religión y de la filosofía.

Todos los seres al morir pasamos a un plano en el que disponemos del tiempo suficiente para revisar nuestra vida y tenemos la oportunidad de seguir evolucionando, dando igual si nuestra muerte ha sido provocada por nosotros o por otros; ha sido accidental, natural o debida a una enfermedad. Lo que en esta vida, en este plano material, llamado tierra damos importancia, pasado al plano espiritual carece de ella. Intentaré explicarme mejor.

La muerte por mucho que nos asuste, nos de miedo, es mucho más sencilla de lo que parece. Dejamos de vivir en el plano físico para hacerlo en el plano espiritual. Da igual si somos ateos, agnósticos, religiosos practicantes o no. Una vez en el otro plano, estos conceptos desaparecen y en consecuencia también lo hacen las etiquetas que ponemos a lo bueno, a lo malo; al premio, al castigo; es decir, al cielo y al infierno. Dependerá de nuestra formación intelectual o religiosa que demos unos nombres u otros a lo que ocurre, el paraíso, Dios, la Energía, Luz, Amor, etc... Lo mismo sucede con la culpa, el castigo, el infierno.

Aquí en la tierra tenemos el concepto de que suidarnos es atentar contra Dios, luego es pecado. Se nos olvida que el ser humano tiene libre albedrío y significa que puede elegir, por muy duro que sea, la manera de morir. Quiero dejar claro que diciendo esto no estoy animando a nadie a quitarse la vida.

En cuanto a mi experiencia con seres que decidieron suicidarse es similar a los que lo han hecho de otra manera. Cada ser vive su transición según su conciencia, su grado de evolución, dando igual si ha sido un ermitaño, un asesino, un santo, etc. Indudablemente un ser que ha tenido una vida complicada, compleja, dolorosa, atormentada, necesitará más tiempo para serenarse y comprender sus decisiones que otro que ha tenido una vida más armoniosa. En el plano espiritual, no existe la culpa, el castigo. Está el Amor que todo lo arropa; nos da libertad para recapacitar, reconsiderar nuestros hechos y la oportunidad de quedarnos entre nuestros seres queridos o seguir avanzando en nuestro camino evolutivo.

Recuerdo dos casos en los que dos personas habían decidido quitarse la vida. En el primero de ellos, una madre, necesitaba entender porqué su hija había tomado una decisión tan dura y límite. Apareció la chica, estaba llena de luz y de amor.

Viendo el sufrimiento de su madre, ésta se sentía culpable por no haberlo podido evitar, su hija sólo tuvo palabras de cariño para ella. Le explicó todo lo que su madre necesitaba saber y sobre todo, le dejó muy claro que no era culpa de nadie, que ella estaba muy bien, que había aprendido de aquella experiencia, estaba llena de paz, rodeada de familiares y continuaría estando cerca de su madre y sus hermanos, ayudándoles y acompañándoles siempre que le necesitaran.


Esta madre se sintió liberada al ver que su hija estaba bien, y aunque el dolor no había desaparecido, me comentó que había sentido una paz muy grande al poder hablar con ella y entender cómo y porqué había sucedido todo.

En el segundo caso, esta vez era un chico que después de varias intentonas había conseguido irse dejando una familia desconsolada. No había sido capaz de enfrentarse a una situación que a él le resultaba insuperable.

También esta vez era una madre la que se comunicó con su hijo. El fallecimiento había sido hacía poco y el chico estaba en pleno proceso de transición. Constantemente pedía perdón a su madre por su marcha. Necesitaba sentirse perdonado para poder seguir avanzando. Su madre le dijo que le había perdonado desde el primer momento. Al principio, le costó entender que nadie le culpaba de nada.

Su madre, habló con él, le comentó que le perdonaba aunque no entendía la decisión que había tomado. Le pidió que avanzara, que se liberara de su propia angustia y que se fuera tranquilo. Poco a poco, el chico se fue tranquilizando. Finalmente pudo dar el paso, yéndose a la luz.


Al final, cuando pasamos al otro plano, lo que nos retiene somos nosotros mismos, ya sea porque necesitamos más tiempo para reflexionar, avanzar o porque hemos decidido quedarnos para ayudar a los que queremos, no la forma en que hemos muerto.



La imagen de la foto la he sacado de imágenes de Google y desconozco quién es su autor.

domingo, 10 de octubre de 2010

El silencio, habla

Es domingo, día gris y muy lluvioso. Día de botas katiuskas y sobre todo, ha refrescado algo la temperatura y se agradece. Es estupendo seguir llevando sandalias y tirantes pero echaba de menos la lluvia y que bajara algo el calor tan alto de estos días.

Esta semana ha sido movida, sería mejor decir que los últimos dos meses y medio han sido bastante agitados. Lo suficiente como para olvidarme de mi, centrándome en mi entorno que "me necesitaba".

Sabes escuchar, calmas, tranquilizas, das paz y ayudas a pasar situaciones delicadas, y nos das mensajes o pautas en los momentos que más lo necesitamos. Estás ahí, siempre. Tiramos de ti. Eres nuestra psicóloga. Estas palabras me las dijo esta semana una gran amiga, cuando le comenté que había tenido un par de sueños en los que me reñían por no hacer lo que debía.

No comprendía el significado de la riña; hasta que de repente, como suele suceder siempre, en el momento más inesperado, llega el entendimiento. Había estado pendiente de las necesidades de mi entorno olvidándome de las mías. Mi amiga estaba de acuerdo con el sueño. Y por si aún no lo tenía claro, este viernes, me encontré en la calle con una gran persona, y hablando de lo divino y lo humano hizo un comentario, recordándome cómo son las cosas. Si queremos ayudar a los demás, debemos hacerlo sin olvidarnos de nosotros mismos. Frase que suelo tener muy presente en mi vida, pero hay veces que es necesario que nos la recuerden porque se nos olvida.

Asi que una vez recobrado el sentido de las cosas, nada de ir de un extremo al otro, he vuelto a descubrir el valor del silencio. No, no me he convertido en eremita de fin de semana, no podría, me gusta demasiado hablar. Pero he decidido volver la mirada a mi misma, a escucharme, a oir mis necesidades, a seguir trabajando en mi. Para ello necesitaba estar en silencio conmigo misma.

Bendito silencio que llena y da tranquilidad, hace ver donde están las heridas y así poder curarlas. Silencio que acoje, envuelve, sosiega. Acomoda, ordena y prioriza las necesidades.

Me he sorprendido al darme cuenta que todo ha transcurrido levemente, sutilmente; casi casi, en cadena, acción-reacción, de manera automática y consciente. ¡Qué maravilla!

El silencio buscado, querido, es enriquecedor si se sabe escuchar. Parece una contradicción, pero no lo es. El silencio, habla. Es el decorado perfecto, el paisaje adecuado para ponernos en marcha, para dar con la clave y abrir las puertas necesarias para seguir avanzando, para volver la mirada y evaluar en qué momento estamos, hacer rectificaciones si es que son necesarias y continuar avanzando en nuestra vida.

Esta tarde además de oír llover, he estado de charleta con dos amigas y... Ha sido perfecto. Hay sitio y espacio para todo si se hacen bien las cosas.


La autora de la fotografía se llama Natalia Pérez, cuyo nick es Nostalgia. La foto, Tranquilidad, la he encontrado en la página Mundofotos.

martes, 5 de octubre de 2010

Los cambios llaman a la puerta

Estamos en otoño, o al menos eso dice el calendario. En San Sebastián parece que estamos más bien en primavera, unos días estamos a 30º grados, al siguiente llueve y baja la temperatura, y hace menos de media hora el termómetro marcaba 27º. Días locos llenos de cambios.

Los cambios nos rodean, aunque permanezcamos quietos, parados, la vida continua, tiene su ritmo. El instante vivido no es exacto al siguiente segundo y así sucesivamente. Esta perspectiva tiene su puntito. Está llena de posibilidades. Desde la premisa que nada es igual, pero si parecido, de alguna manera podemos manejar el tiempo, disponer de él a nuestra manera. Podríamos vivirlo con mayor intensidad.

La vida es transformación, movimiento, lucha, esfuerzo, alegría, decisión, compromiso... Está en nuestras manos cómo queremos vivirlo. No hablo de poder si no de querer. Hay una frase que dice querer es poder. En este caso, aún siendo muy válida la cita, diferenciaría ambas. Deseamos querer y sin embargo no podemos conseguirlo.

Me pregunto si sintiendo un deseo con toda nuestra fuerza, con la mayor de las intensidades, no estamos ya queriendo conseguir que este se cumpla. Podemos querer cambiar y decimos que no podemos. Tal vez, nuestra fuerza interior no sea lo suficientemente fuerte para lograrlo. Entonces, propongo que lo deseemos con todos los sentidos y comprobemos el resultado.

Como muestra un botón, y hablando de cambios, aquí está el formato del nuevo blog. Aún no está terminado, faltan pequeños ajustes y se está transformando a la vez que yo, así que no descartéis nuevos colores o nuevas plantillas. Estoy como el tiempo, dicen que es otoño pero parece primavera.

Vivamos el día a día, el instante actual y comprobemos si somos capaces de querer en vez de poder, ambas sería todo un lujo.


Desconozco quién es el autor de la foto, y me gustaría saberlo para decirlo y porque me encanta.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Los Picapiedra están de cumpleaños

Hoy se celebra el 50º aniversario de la creación de una serie mítica de dibujos animados, Los Picapiedra. No he podido resistir la tentación de caer en la nostalgia, de recordar que crecí viéndolos en una televisión de blanco y negro. Y que a mis 43 años sigo acordándome de ellos y al hacerlo la sonrisa no se borra de mi cara.

Ahora que ha pasado el tiempo, reconozco que estaban muy bien definidos los personajes, incluyendo los tópicos asociados al género masculino y femenino. Siendo niña me gustaba que Pedro Picapiedra diera su famoso grito, yadabadadabuuuuuu, que Dino saliera a recibirle, que su amigo Pablo fuera tierno y sensible siendo el contraste perfecto con el carácter de Pedro....

Me encantaba el troncomóvil y cómo movían las piernas para que éste andara. También cómo habían incorporado los adelantos tecnológicos, los electrodomésticos como el lavavajillas en el que un pájaro o dinosaurio limpiaba los platos; los periódicos, donde los pájaros con el pico escribían las noticias en la roca; el teléfono que era un cuerno; la bolera y los bolos, etc. Un mundo que a los niños nos parecía divertido y en el fondo, dábamos por hecho que así había sido la prehistoria.

Y lo más divertido para nosotras, mi hermana y yo, era que Pedro Picapiedra era idéntico a su padrino, la misma cara. Eso añadía un plus, la imaginación echaba a volar y ya no era Pedro sino Víctor el que tenía una doble vida, la real y en dibujo animado. Claro, todo ello con la perspectiva de dos niñas pequeñas.

He encontrado un youtube unos segundos de la introducción de la serie, con el famoso grito de Pedro.





La foto está sacada de internet y desconozco quién es su autor y no tiene copyright.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Visualización rápida, energía negativa fuera

Hay días en que nos encontramos raros, extraños, incómodos con nosotros mismos. A veces podemos saber el origen de esta realidad, estamos atravesando un mal momento, angustia, ansiedad, problemas varios; otras en cambio, buscamos en nuestro interior, la cabeza no para de dar vueltas intentando descubrir qué nos pasa.

Todo está conectado en este mundo. Todos los seres lo estamos, hay veces que podemos sentirlo con más fuerza que otras, especialmente cuando hay una relación fuerte entre dos personas, una madre y un hijo, una pareja de enamorados, dos amigos íntimos, dos personas que estén viviendo una misma situación que les une...

Al estar intercomunicados a nivel energético, no lo vemos con nuestros ojos físicos pero podemos sentir que existe esta conexión. Pondré un ejemplo, ¿cuántas veces estáis pensando en una persona y al poco tiempo os llama, o al doblar la esquina de la calle os encontráis con ella? Seguro que os ha pasado muchas veces. Me suele pasar bastante con mis amigas y mi familia. Aquí tenemos una muestra de esa intercomunicación energética entre personas. En este caso, se llama telepatía.

Ahora voy a poner otro ejemplo. Cuando la relación interpersonal es muy fuerte podemos sentir si una persona está bien, enferma, preocupada, feliz... Inclusive podemos saber si determinada persona está en un lugar concreto y sin estar nosotros allí mismo. Lo sentimos, lo percibimos. Nos comunicamos energéticamente.

Así como podemos sentir la fuerza del amor, también podemos sentir la angustia, el miedo, la preocupación y sin ser conscientes de ello transmitirlo a las personas a las que nos une un vínculo especial. Éstas pueden experimentar un cambio en su estado anímico, de encontrarse bien, se sentían felices a pasar a estar agobiadas y preocupadas, desconociendo el origen de esta situación. Recibimos energéticamente un sentimiento, una emoción y nos afecta tanto positiva como negativamente si no somos capaces de frenarlo.

¿Podemos frenar el recibir una energía que no es nuestra? La respuesta es si. Existen muchos métodos y personas altamente cualificadas y especialistas que nos pueden ayudar a solucionarlo.

Os cuento lo que suelo hacer cuando de repente cambia mi estado de ánimo sin tener un motivo claro. Lo primero que hago es preguntarme si lo he originado yo, si es algo mio. Si no encuentro una respuesta clara y sigo teniendo dudas, suelo poner en práctica una pequeña y rápida visualización que suele ser efectiva. El planteamiento que hago es el siguiente, visualizo y si este mal humor repentino y sin origen es mio, continuará y si es de otra persona se irá.

Visualización

1. Me veo de pie, fuerte y segura. Unas manos grandes rodean mi cuerpo, expulsando y frenando todo aquello que energéticamente no sea positivo para mi.

2. Otras veces, visualizo lo negativo como si fuera una nube y unas manos gigantescas frenan su avance haciendo que ésta desaparezca.

Funciona, aunque hay veces que la energía es persistente y tengo que estar atenta por si vuelve la nube y en este caso repito la acción. También lo acompaño de la frase, esta energía es tuya y no mía, no me pertenece, así que fuera. De este modo, consigo que la mente deje de pensar y quede enganchada en un bucle durante un buen rato.

Cuando la situación la he generado yo, suelo intentar otros remedios, hasta dar con el más efectivo. Hago de CSI conmigo misma y luego intento darle la vuelta.


La foto es de un cuadro mío, es un acrílico sobre tabla y no tiene título.