viernes, 24 de febrero de 2012

Una sorpresa agradabIe o I Aurresku Feeling

La vida es una caja de sorpresas, nunca se sabe qué va a pasar, ni cuándo.

Quiero compartir un vídeo con todos. Por cierto, no conozco a nadie de los que aparece en él.

Los donostiarras tenemos fama de sosos, aburridos y poco participativos, pero no es así. Digamos que es posible que lo que tenemos es miedo a hacer el ridículo delante de los conocidos, vecinos y en la ciudad.

Toda esta explicación tiene que ver con el vídeo.  Una pareja de novios acaba de casarse en el Ayuntamiento de San Sebastián y a la salida le esperan sus familiares y amigos, donde dos dantzaris, bailarines, están preparados para bailar un aurresku en su honor, que es una danza que se baila cuando se homenajea a una persona. 

Comienza el aurresku, y de repente lo que parece evidente cambia por completo, implicando a muchos bailarines. El vídeo dura ocho minutos, no es espectacular, no son imágenes inolvidables que quedarán en la retina para siempre, pero puede que os haga sonreír y pasar un buen rato o simplemente os aburra. Vosotros elegís.

Se llama  I Aurresku Feeling y está editado por Tasiogab y si no desea que ponga su vídeo, sólo tiene que comunicarlo y lo haré.




El vídeo está en Youtube y la foto de la imagen está sacada de internet.

sábado, 18 de febrero de 2012

Una consulta de tarot con sorpresa

Me encanta mi trabajo, nunca es rutinario, siempre aprendes cosas nuevas.

Esta semana pasada, tuve una consulta de las que dejan huella por varios motivos. Una mujer de unos setenta años, vino acompañada por su hija. Me llamó la atención la relación que había entre ellas y sobre todo, la tensión y preocupación que se reflejaba en la cara de la más joven.

Cuando vienen dos personas juntas a una misma consulta, prefiero atender a una sola, ya que intimidad es mayor y aunque confiemos plenamente en nuestro acompañante, hay temas o información que debe ser privada.

Decidieron que fuera la madre la que estuviera en consulta. Me observó detenidamente, y tras un breve recorrido sobre mi, decidió hablar. Comentó que iba a enseñarme el motivo de la consulta, de su preocupación y angustia. Mientras hablaba, me miraba muy fijamente, y movía las manos buscando algo que no veía. Vi una bolsa de plástico que dejó sobre la mesa.

Abrió la bolsa y sacó un portavelas de cristal roto. Con una voz alta, dijo, aquí está el problema, el portavelas está roto por el mal que hay en mi casa, la maldad se ha adueñado de todo. Se fijó en mi y vio que estaba tranquila, no me había asustado, ni asombrado y eso le chocó, pero más aún mi explicación de lo que había pasado. Era fácil ver que se había roto debido a que había dejado que se consumiera hasta el final la vela que estaba allí y el calor lo había rajado. No muy convencida por mi explicación, insistió en que se habían rajado varias. Volví a insistir en que era algo lógico si no apagaba la vela antes de que acabara.

Como no encontraba en mi el efecto que deseaba, sacó del bolso una lámina pequeña, era una imagen de un santo. Me enseñó la parte de atrás, en la que aparecían una letras borradas por el uso. Me miró desafiante y dijo que si esa imagen estaba en ese estado, sólo era por un motivo, la maldad. Respiré, sonreí y con paciencia le comenté que me parecía normal su aspecto ya que se notaba que era por el uso. Por fin, confesó que dormía con ella en la mano. Sin embargo pese a la evidencia, insistía en que la energía que le rodeaba era tan negativa, que todo, el portavelas roto y las letras borrosas se debían a un trabajo que le habían hecho.

Indudablemente, no existía tal trabajo, ni energía negativa. No aceptaba ni quería escuchar la verdad lógica, sólo era válida lo que ella creía. Me preguntaba cómo podía protegerse ante posibles trabajos de magia negra. Yo seguí firme en mi postura, algo que no lo gustó. La consulta siguió por otro camino y después de un rato, terminamos. Debo decir que para mi sorpresa, se fue contenta.

Una vez más, este tipo de situaciones hacen que vuelva a preguntarme por qué para algunas personas resulta más fácil escudarse en la fantasía, buscar el origen de sus problemas en los demás y no en ellos mismos, en dejar la responsabilidad de sus vidas en terceros...

Somos responsables de nuestros actos, ideas, pensamientos, acciones, a veces acertamos y otras fallamos. Nadie es perfecto. Podemos engañarnos, fantasear, somos libres de hacerlo. Está en nosotros ver cómo podemos solucionar aquello que nos afecta, investigar dónde está el origen a nuestro dolor, a nuestra situación. Es cierto, que a veces, las circunstancias que nos rodean son muy fuertes pero a pesar de ello, tenemos la llave que abre todas las puertas y nos lleva al camino adecuado. Otra cosa es que queramos hacerlo o podamos verlo con claridad.

Culpar a los demás de nuestros actos, conduce a esconderse de la verdad, del compromiso con nosotros mismos, de eludir nuestra responsabilidad y por supuesto, manejar y manipular la realidad para que resultemos víctimas inocentes de unos hechos que pueden ser producto de nuestra inmadurez y fantasía. La culpa la tienen los demás, de ste modo, me libro de buscar en mi interior el origen de mi malestar, de mi alegría, de mi dolor o éxito. Por supuesto, no critico, ni juzgo; lo respeto pero no lo comparto.

Cada ser, es libre de elegir cómo vivir la vida, cómo aprender y así, elegir el camino que le llevará a evolucionar y crecer como persona. Todos caemos mil veces, al menos yo si, aunque sabemos  levantarnos y salir hacia adelante. Sólo tenemos que ser sinceros, honestos y comprometernos con nosotros.


La imagen de la foto es de un mandala mio.

domingo, 12 de febrero de 2012

Carta a San Valentín

Querido y amado San Valentín, Cupido o energía de Amor,

He pensado que escribirte es una manera de aclarar mi mente y mi corazón, de poner por escrito aquello que siento y pienso.

Sabes que vivo muy bien sola, el no tener pareja no significa soledad y que disfruto mucho de mi independencia, pero hay momentos y aspectos de la vida que quiero vivir y experimentar.

Busco el amor correspondido de pareja, es decir, mi compañero de viaje, de vida y de alma. Todo en uno.

No busco vivir una relación de madre e hijo, de padre e hija, de hacer de enfermera, de cuidar y estar pendiente de nadie inmaduro, etc. No pretendo que nadie resuelva mis problemas, mis necesidades, ni que me diga lo que tengo, debo o puedo hacer. Soy responsable de mis actos y me gusta ser consecuente con ello.

Me parece estupendo que otras personas busquen pareja para no estar solas, para llenar un hueco en su vida, para cuidar y velar de su pareja, etc.; pero no soy así, me sentiría asfixiada.

Deseo seguir siendo yo misma, con mis virtudes y defectos; y busco en el amor de pareja el conocerme, aprender y dar más y mejor de mi misma. 

Para mi hay cuestiones que son básicas y no quiero renunciar a ellas. Sí, lo se, soy selectiva, pero no quiero perder tiempo y energía, ni que lo pierdan los demás; así que cuanto más claras sean mis ideas, más fácil será encontrar a esa persona y que ella de conmigo.

Busco una relación de tú a tú, de dos seres iguales, en los que el apoyo, amor, fidelidad, lealtad, respeto, comunicación, compromiso, risas, escucha, buen humor, positividad, cariño, sexo, mimos, colaboración, optimismo, independencia, amistad, fuerza y ánimo, etc. sean cuestiones fundamentales. Tampoco quiero que me den la razón en todo, ni que discutan todo lo que hago. Debe entender y respetar cómo soy y a qué me dedico. Quiero poder hablar con él desde lo más superficial a lo más profundo e íntimo, de lo divino y lo humano. Y por supuesto, mi actitud sería igual hacia él. Habría más cuestiones pero eso las dejo para otro momento. Tampoco quiero abusar.

Si no es mucho pedir, quiero que le guste el rugby y contemplar las estrellas en el cielo. Aunque tampoco es imprescindible, sería un puntazo.

Resumiendo, el amor para mi es un viaje lleno de aventuras, encuentros, desencuentros y reencuentros. Quiero encontrar a la persona adecuada para que este viaje resulte estupendo para los dos, en el que ambos avancemos, aprendamos y seamos felices. 

Se que todo camino tiene etapas y un final. Mi deseo es que lleguemos a él de la mano, aunque entiendo que cada uno tiene su ritmo, aprendizaje y todo lo que conlleva. Así que, asumo el compromiso conmigo misma y contigo, de estar abierta a la llegada de este hombre, de mi compañero de viaje, de vida y de alma.

Gracias por tu escucha y se qué harás todo lo que consideres que es mejor y más positivo para mi o para ambos.


Besotes,

María Eugenia

P.D. San Valentín, sabes que soy muy despistada. Por favor, dile que cuando aparezca lo haga de manera muy clara para no perderme la oportunidad de conocerle. Pedir que venga con un cartel en la mano que diga  "soy yo, he llegado, no busques más", sería mucho, ¿no?


La imagen de la foto está sacada de internet y desconozco quién es su autor.

lunes, 6 de febrero de 2012

Complejo de lámpara de Aladino

Tengo complejo de lámpara de Aladino. Sí, el de los cuentos. Si recordáis, cada vez que querían un deseo, debían frotar la lámpara para que apareciera el genio. A veces, me siento como si fuera la lámpara a la que hay que frotar para que se cumplan los deseos.

Muchas veces he bromeado con mis amigas, y también quejado, sobre dicho complejo. Nos hemos reído de él, sabiendo ver qué es en realidad y no le  dado más importancia de la debida.

Estas últimas semanas, no se si los planetas están en retrógrado, el fin del mundo que se espera en diciembre se está adelantando, si es que los carnavales están a la vuelta de la esquina o vete a saber qué pasa, que de repente, he vuelto a convertirme en lámpara de nuevo y esta vez a lo grande.

Y diréis con toda la razón del mundo, qué significa convertirse en la lámpara de Aladino. Es sencillo, de vez en cuando, surge en mi vida, alguien que cree que tengo todas las respuestas a su vida o que soy la enciclopedia británica andante o que tengo visión de rayos x en los ojos o....... El caso es que intentan que les resuelva su vida y sus problemas, a lo que niego. Otra cosa es que pueda escuchar, orientar o consolar. Todos somos responsables de nuestra vida, de nuestras acciones, incluso aunque queramos que sean otros quienes las resuelvan por nosotros.

Al principio, se acercan poco a poco, poniendo de cebo su problema y su necesidad urgente. Y caigo siempre. Me gusta ayudar, aunque soy muy consciente de mis limitaciones, conocimientos y experiencia.

Todos en un momento determinado hemos pasado o podemos tener una preocupación que nos angustia y necesitamos resolverla. Hasta ahí normal y desde luego no me quejo. Hablo de personas que quieren que estés ahí para ellas en todos los momentos, pero sólo cuando ellas lo necesitan. Cuando es al revés desaparecen. 

Buscan respuestas rápidas, precisas e inmediatas. No pueden esperar a que tenga un hueco libre, porque todo es urgente. Indudablemente, al ver su estado de agitación, sacas el tiempo necesario para atenderles y después descubres que no era realmente urgente, que podía esperar o que en realidad se trataba de que resolvieras y tomaras por ellas decisiones que no se atreven a tomar.

La primera picas y caes, la segunda estás alerta por si acaso y la tercera, directamente das la cita en el momento que toque. 

Una de las cosas que más me sorprenden de estas personas, en general, es que no escuchan ni quieren hacerlo a no ser que les des la razón o les digas lo que quieren oír. Como "no aciertas", insisten hasta que con paciencia vuelves a explicar la situación. Da igual, tiempo y energía perdidas, siguen sin escuchar. Pero hay que intentarlo.   

Son personas egoístas, que buscan su bienestar ante todo y ante cualquier situación; todo son derechos y ninguna obligación. Cuando sucede de vez en cuando, es llevadero aunque molesto, pero cuando es como estas semanas, toca sacar la armadura y la espada del armario, ponerse la cota de mallas y escudo en mano, armarse de paciencia extra e ir esquivando los bandazos. 

Siempre me gusta ver el lado positivo de todo lo que sucede y vivo, y estas situaciones, me permiten conocerme mucho más, viendo dónde están mis límites y mi paciencia, comprobando si pierdo el equilibrio y la calma, sabiendo si he sido brusca o desagradable en mi actitud, etc. Ayuda a tener los pies en la tierra.

La verdad, es que es un ejercicio que te pone a prueba a muchos niveles y desde luego, un aprendizaje sobre la humildad, el respeto, los límites, el bienestar de una misma, la propia confianza, la armonía, etc. Así que, sólo puedo dar las gracias a todos ellos porque sin pedir ningún deseo, me están ayudando a pulirme y a ver dónde están las manchas de la lámpara que soy.


La foto la he cogido de internet y desconozco quién es su autor.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La gripe, el descanso y un ebook

También la he pillado, me ha atrapado en sus redes. Si, la gripe, y para no sentirse sola, viene con una compañera de viaje. Se hace notar cuando menos lo esperas. Su presencia se siente por los escalofríos que recorren el cuerpo y de repente, un dolor de cabeza muy grande, como si en vez de cabeza tuvieras una piedra gigantesca. Sí, ella es la fiebre

Nos hemos encontrado muy pocas veces en la vida, pero parece ser que tanto la gripe como la fiebre han decidido hacerme una visita. Les he acogido como buena anfitriona que soy, pero les he dicho que debe ser una estancia muy breve porque tengo muchas cosas que hacer, trabajo pendiente, etc.

De momento, me parece que van ganando ellas, pero como buena capricornio, soy cabezota y terca, y aunque tarde, al final suelo conseguir lo que quiero o muchas veces. Me he hecho con un cargamento de propóleo y echinacea; paracetamo e ibuprofeno que el  médico me ha recomendado, que unido a grandes dosis de sesiones de reiki.y unos buenos cuidados, la gripe y la fiebre no van a estar muy contentas y decidirán irse ya mismo.

Mientras tanto, le he agradecido su presencia porque me han hecho un regalo, el descanso. Se conoce que mi cuerpo lo necesitaba. Y además como nada es por casualidad, desde este lunes la biblioteca me ha prestado un ebook nuevo lleno de libros interesantes, y cuando tenemos una tregua ellas y yo, aprovecho para leer un ratito. 

He leído de un tirón un libro que me ha dejado enganchada, no podía apagar el ebook, necesitaba seguir leyendo hasta terminar. Son 103 páginas maravillosas, llenas de ternura, sentido del humor, y a la vez, hace pensar sobre cómo queremos vivir la vida. Seguramente ya lo habréis leído pero por si no es así, os lo recomiendo, se trata de Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven, de Albert Espinosa.

Ahora estoy disfrutando de otro, se trata de El tiempo entre costuras, de María Dueñas. Lo poco que he leído me va gustando mucho. Tiene un estilo elegante, ágil y describe muy bien las situaciones y los personajes. Ya os iré contando.

De momento, me quedo aquí, sabiendo que cada segundo que pasa, estoy más sana y me siento mejor.


La imagen está sacada de internet y desconozco quién es su autor.