martes, 30 de marzo de 2010

Lugares con encanto especial en nuestra vida

Este fin de semana pude disfrutar de un espectáculo maravilloso. Había algo de viento, el mar estaba agitado, había marea alta... en definitiva, saltaban las olas en el Paseo Nuevo. No eran olas gigantescas como otras veces, pero si lo suficientemente altas como para que la gente jugara a ver si le mojaban.

Me senté, enfrente estaba la isla de Santa Clara y parte de la bahía, el sol brillaba a ratos y se notaba que comenzaba a calentar. Me ladeé y vi olas saltando, el viento traía la espuma de las olas y notabas la sal en la cara. Me fijé en el resto de la gente. Todos ellos tenían una sonrisa en la boca. Unos sacaban fotos, había una mujer que aplaudía cada vez que saltaba una ola grande, otros corrían con amigos, como si de unos San Fermines acuáticos se tratara, todo era risa, alegría. Hacía tiempo que no veía un grupo de personas distintas relajadas, contentas, disfrutando, riéndose y compartiendo ese momento especial. Nadie quería marcharse y todos nos fuimos sintiéndonos mejor.

Este lugar con o sin olas saltando es una de mis zonas favoritas, allí suelo ir a cargarme de energía cuando estoy agotada, otras ocasiones me siento tan bien y relajada que me gustaría quedarme dormida.

Muy cerca de mi casa hay varios parques, en uno de ellos hay un árbol muy grande y hermoso que para mí había pasado bastante desapercibido hasta que un señor me comentó un día "cada vez que vengo a San Sebastián, me gusta sentarme al lado de este árbol, es lo mejor que hay en esta ciudad en cuanto a naturaleza se refiere". Me quedé sorprendida, a él no le movía el mar, ni otros parques más grande y llenos de árboles que hay en plena ciudad, incluso lugares más naturaleza que este parque urbanita. Más tarde comprendí que él necesitaba la energía de ese lugar.

¿Cuántos lugares especiales hay en todas las ciudades? Muchos, tantos como personas. Estas vacaciones, si el tiempo lo permite he decidido salir a descubrir otras zonas que me digan algo, que me hagan vibrar.

¿Qué sitios os hacen vibrar? ¿A qué lugares necesitáis ir o echáis de menos cuando estáis tristes o contentos? ¿Qué zona os hace sentiros uno con la naturaleza y con vosotros mismos?

Si salís fuera os deseo felices vacaciones y si os quedáis en vuestro lugar de residencia también.


La foto es de un boceto de un cuadro mío.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Miedo al miedo

Ya ha llegado la primavera, con mucho ímpetu, calor y viento, al menos en San Sebastián.

Esta mañana he tenido que ir al ambulatorio para que me hicieran un análisis de sangre. Ha ido todo rápido, no me ha dado tiempo para pensar. He entregado mi volante, han llamado a una enfermera, me han tumbado en la camilla, la chica me ha dicho: "si te hago daño, me avisas" y listo, ni he sentido la aguja. Todo ha terminado.

Al salir de allí, me he dado cuenta de que no había pensado una sola vez en mi miedo a las agujas, ni ayer, ni hoy. Automáticamente, mi mente que a veces le cuesta estar en silencio, enumeraba la cantidad de veces que ha sentido miedo ante cualquier situación o hecho y después no ha ocurrido nada, todo ha salido bien.

Durante unos segundos, he entrado en la cápsula del tiempo de mi vida y me he visto en el colegio, ante un examen de matemáticas, intentando pasar desapercibida cuando la profesora pedía voluntarias para leer en alto o para salir a la pizarra y explicar la lección.... Miedo a decir que sí o no a ciertas decisiones, a ciertas personas. Miedo por llegar a perder el autobús que te lleva al trabajo, y después te sobra tiempo. Miedo al sentir que estás bloqueada, que tu vida pende de un hilo y al final, en el último instante, todo se revuelve y encuentras la solución adecuada que te lleva a salir adelante....

He dejado de contar cuando he visto que eran muchas, muchísimas, más de las que yo creía, y sobre todo, cuando he visto que el miedo a veces tonto y otras muy real, desaparecía cuando me enfrentaba a él. Toda la energía perdida, la angustia, la inseguridad, desaparecían al hacer frente al hecho en sí. Ojalá hubiera sabido todo esto hace mucho tiempo, hubiera vivido con más tranquilidad la vida. Menos mal que dejé de tener miedo al miedo hace bastante tiempo y sigo con el aprendizaje diario, esta vez, ni he pensado en el análisis de sangre que me han hecho.


La imagen de la foto está sacada de la red de redes y no tiene copyright.

jueves, 11 de marzo de 2010

Todos los caminos conducen a Roma

Está claro, no existen las casualidades. Hace un par de días estaba hablando con una amiga sobre si realizar un curso o no. Tenía claro que me apetecía pero había un hecho que me frenaba. Así que decidí no pensar más en ello y dejé que las cosas fluyeran.



Hoy mismo, durante una consulta de tarot, la persona que consultaba las cartas estaba viviendo una situación similar a la mía, debía tomar una decisión que estaba frenando. La respuesta de las cartas ha sido clara. Le han dicho que siguiera adelante y viviera la situación con alegría porque poco podía hacer ella al respecto, salvo no limitarse y abrir los ojos ante todo lo que le estaba ofreciendo la vida. Le he comentado que estaba de acuerdo con ello y que yo misma iba a poner en práctica el consejo recibido. Han tenido que pasar unas horas hasta que me he dado cuenta que ahí mismo tenía la respuesta a si hacer o no el curso, si iba o no en la direccción correcta.

Ha pasado el día y al abrir el correo, he leído un mensaje de una persona muy especial que sin saber nada de mis intenciones, me mostraba de nuevo el camino al decirme que consideraba que por mi trabajo y mi manera de ser, ya estaba realizando lo que a mi me gustaría hacer en el curso.

Primera conclusión, la vida nos responde de muy distintas maneras, pero de modo claro. Al menos esta vez, he sabido escuchar y ver las respuestas.

Segunda conclusión, no estamos solos. Todo está relacionado. Nuestros guías, ángeles de la guarda... nos cuidan, nos protegen, velan por nosotros y nos ayudan a tomar decisiones aunque a veces no somos conscientes de ello.
Tercera conclusión, todos los caminos conducen a Roma o la respuesta está en el viento, con permiso de Bob Dylan.


La foto es de un cuadro mío llamado
Horizonte Azul y es un acrílico.

jueves, 4 de marzo de 2010

El acompañamiento de almas


Ya estoy aquí. Hola de nuevo, quiero daros las gracias a todos los que os habéis preocupado por mí y me habéis deseado que me recuperara, haceros saber que me han llegado todas vuestras energías positivas y ya estoy mejor. Gracias de todo corazón.

En la entrada anterior comenté que había un libro que me había gustado, y, hoy hablaré de él. Se titula, El acompañamiento de almas y su autora es Marie Lise Labonté.

Me ha parecido un libro muy completo en el que se trata el tema de la travesía de nuestra vida desde el momento anterior al nacimiento hasta nuestra partida y de cómo podemos prepararnos para vivirlo para que suceda de una manera consciente, bonita y nada traumática, no sólo con nosotros mismos sino también ayudando a los demás acompañándoles en su marcha.

En el libro se habla del alma, del espíritu, de los chakras, de los niveles de conciencia y sobre todo, del corazón y del amor. También se muestran unas imágenes de cómo y dónde está los chakras, de los campos sutiles y de la cruz interior, y un capítulo final en el que aparece una explicación breve y sencilla sobre los términos empleados como por ejemplo, cordón de plata, mantra, chakra, karma,... que resulta muy útil.

Y especialmente, me han encantado una serie de pequeños ejercicios y visualizaciones que ayudan al alineamiento de los chakras, al enraizamiento con la tierra, a sentir calma y paz interior, etc., que practico todos los días y noto que funcionan muy bien a nivel energético.

En definitiva, es un libro que me gusta recomendar por su temática, por la manera de enfocarlo, y por toda la información que muestra de manera sencilla. Casi es una especie de manual.

Espero que os guste.

Si os apetece seguir leyendo sobre la mediumnidad, el acompañamiento de almas, la comunicación con los seres queridos fallecidos, os invito a conocer otro blog mío, dedicado a estos temas. Se llama, Comunicación entre dos mundos, vida y muerte.


La imagen del libro está escaneada.